Hay reclamos concretos de personas molestas con los inconvenientes que se producen en las calles por la indisciplina de conductores del transporte público, especialmente mini buses, micros y hasta taxis, que paran en cualquier lugar para recoger o dejar pasajeros, ocasionando una caótica situación que interrumpe el libre tránsito de peatones obligando a las personas a utilizar las calzadas junto a las movilidades porque las aceras están atestadas de comerciantes informales.
Hay muchas esquinas en las que los semáforos son simples adornos de dos colores porque funcionan sólo el rojo y el verde y el amarillo que debe ayudar a los transeúntes a cruzar bocacalles simplemente no funcionan, es allà donde se requiere la presencia de personal policial para ordenar el tránsito de motorizados y garantizar la circulación peatonal, pero la ausencia de ese personal especÃfico de una unidad policial es tan notoria, que causa una justificada protesta de los vecinos, "atorados" por asà decirlo entre motorizados y vendedores ambulantes.
El desorden urbano, es un desastre cotidiano, y no es exageración señalar que en el transporte público todos hacen lo que quieren y los ciudadanos lo que pueden para sortear dificultades y llegar a variados destinos en el sector central, donde además está concentrada la mayorÃa de la administración pública y del sistema financiero y comercial, obligando a la gente a soportar el martirio de caminar de salto en salto entre veredas y calzadas, porque sensiblemente no hay autoridades policiales que cumplan sus deberes de seguridad ciudadana.
Este problema de la cotidianidad en nuestro medio, se aliviarÃa grandemente con la presencia policial especializada, incluyendo patrulleros que movilizados en sus motocicletas, acudan prontamente, allà donde se presentan problemas de embotellamiento vehicular, generalmente ocasionados por la presencia irregular de planteles educativos en recorridos callejeros, grupos folklóricos en celebración festiva, marchas de protesta o bloqueos que los agentes policiales deberÃan dirigirlos para que no compliquen el atestado espacio público, que no puede ser utilizado arbitrariamente.
Hay necesidad de que las autoridades municipales especialmente trabajen seriamente en la elaboración de normativas que regulen el movimiento del tráfico de motorizados, racionalicen el uso de las rutas en el centro y prohÃban el avasallamiento del espacio público, en las aceras y calzadas, se trata de una tarea en la que autoridades municipales y policiales deben trabajar conjuntamente, pero por favor cuanto antes mejor.
Fuente: LA PATRIA
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