Jueves 10 de mayo de 2018
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Editorial y opiniones
La peligrosidad para evitar la violencia contra la mujer
10 may 2018
Raúl Pino-Ichazo Terrazas
El peligro es, básicamente, la situación de una persona y los modos de ser y actuar sucesivos, lo cual es verosÃmil deducir de ella (persona) en función a los cambios probables que hayan de influir sobre sus condiciones de vida. Esta probabilidad es cierta y determinada por las disposiciones y tendencias y más genéricamente por la personalidad de la persona, por los contactos con el medio circundante concreto, que de manera casi inminente pueden desencadenar en esta persona reacciones violentas y hasta criminales o actitudes de conducta que se oponen a la convivencia armónica, al respeto inviolable a la integridad fÃsica y estabilidad psÃquica, o al orden público.
Esclarece aún más esta primera concepción establecer que la peligrosidad desde un punto de vista social, permite deducir a quién la vive, un juicio de temibilidad (Generación de temor interno), aplicable a una persona determinada a la cual se frecuenta y racionalmente fundado en su conducta y relaciones.
Ejemplificando lo antedicho, se puede evitar violencia contra la mujer, el ser más importante de la creación, sin importar su edad, cuando se identifican ciertas reacciones que, en un principio podrÃan parecer no preocupantes como tratar descortésmente al empleado que atiende en un restaurante, tirar el dinero cuando se paga, azotar con violencia la puerta de un taxi; levantar la voz airada e inmediatamente cuando algún funcionario indica que lo que queremos no es posible, pedir la orden de comida antes que su dama o joven acompañante, levantar los codos peligrosamente en una discoteca cuando se baila para provocar y causar contienda; en este mismo lugar de diversión sana alterar las bebidas de las mujeres, caminar en las aceras para transeúntes sin consideración que se debe tomar un rumbo definido sin zigzaguear y mirando al frente para evitar colisiones entre cuerpos, responder desaprensivamente a su maestro o catedrático en clases insinuando superioridad y, modernamente, enviar mensajes lascivos e insinuantes a su compañera.