Theatrum Ginecologicum

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EL SER FEMENINO

� No tiene identidad unívoca de género, la mujer se hace contingentemente.

Â? Es aleatorio y se condiciona por el saber triunfante del momento y lugar.

� Es secundario. El teatro de la historia tiene por protagonista al varón.

� Varias imágenes constelan el ser femenino, la feminidad fluye y se hace entre los rasgos de la madresposa, la puta, la monja, la presa y la loca.

� En el teatro del mundo se despliegan telones, aparecen fantasmas, manías y fobias, se repiten guiones y realizan papeles según las imágenes atávicas del inconsciente colectivo.

LILITH

� Imagen antitética de lo que la mujer debe ser. Evoca rebeldía, lascivia, independencia, autonomía, libertad y fortísimo rechazo a ser sometida y usada.

� Frente a ella, Occidente ha remarcado la inferioridad efectiva, socialmente sancionada de la mujer frente al hombre en todo contexto histórico, social, racial y cultural.

� Que quiera igualarse con el varón, que sea altiva, orgullosa y autosuficiente le ocasionó el castigo divino consistente en negarle la maternidad. Esta aparece como la única forma de realización plena de la mujer.

� La reclusión que se auto-infligió, copulando sin medida con cuanto demonio encontrase enseñará que el horizonte de la felicidad femenina debe estar radicado y controlado, necesariamente en el dominio doméstico.

� Es un peligro latente la seducción sexual que debe ser estigmatizado, por lo que terminó siendo asociada con el mal: habitante del mundo interior, pareja de Asmodeus, de Satanás y madre de demonios y súcubos.

� Evoca un fondo andrógino de la humanidad, detestable en el imaginario judeocristiano de carácter androcéntrico y patriarcal.

EVA

� Representa la falta de firmeza, la vulnerabilidad ante las tentaciones y la concentración del deseo pecaminoso.

� Refiere la subordinación de la mujer al varón y señala la tendencia femenina hacia las emociones intro-punitivas.

� Adquiere identidad sólo cuando su hombre la reconoce como ser para él.

� Su destino es ser pareja y madre, compañera y consoladora, cómplice y conciliadora en un mundo hostil.

� Está asociada a la imagen de la caída que subvierte el plan de tutela divina y que introduce la trasgresión en el mundo.

Â? Es la causa, meta y mecanismo del pecado.

� Evoca el potencial de trasgresión que pone en riesgo el statu quo.

� Sugiere la expresión de emociones, creatividad, intuición y valoración.

� La trasgresión que protagoniza, cambia el mundo y aparece el mal.

Inconsistencias de la caída

� La maldad provendría de la excelsa creación de Dios: del más perfecto de los ángeles.

� Eva desobedece a Dios antes de conocer en qué consiste el mal.

� La maternidad referiría una decisión de felicidad egoísta, que traería nuevos seres al mundo rebosante de dolor y de maldad.

� La libertad sería un detonante con la fuerza para destruir la obra divina

PANDORA, LA SEXUALIDAD Y EL MAL

� Pandora es la versión griega de Eva. Ocupa un lugar destacado en la concepción de la decadencia de la historia.

� Como Eva, Pandora cumple el rol de esparcir el mal en el mundo, de alejar al hombre de su vocación divina y de constituir el símbolo de tránsito de una época que termina y de otra que comienza.

� Eva y Pandora son los símbolos de la seducción.

� La imagen de Pandora evoca la irresistible seducción femenina.

Â? Da sentido ornamental al cuerpo como dechado de virtudes y como objeto de deseo.

� Refleja la adhesión de la mujer al deseo del otro.

� Asociada con holgazanería, maledicencia, belleza y frivolidad tonta.

� Es el lastre que impide cualquier elevación espiritual del varón.

� Es el vehículo por el que llegan todos los males al hombre, en especial la pasión, el vicio, la locura y la mortalidad.

LAS BRUJAS

Â? Son el fantasma expiatorio del poder que domina y que reprime cualquier saber emergente potencialmente peligroso.

� Evocan la concentración de la maldad, las uniones perversas y diabólicas que la mujer protagonizaría y su insaciable y frenética sexualidad.

� Representan las múltiples expresiones del mal, su articulación en torno al placer lascivo y el gozo perezoso.

� Las brujas y Pandora evocan la dimensión cosmética de la belleza y el eterno femenino: apariencia en el ritual engañoso y eficiente de la seducción.

� Expresan el ensañamiento de la cultura europea que con la caza de brujas dio rienda suelta a sus temores y obsesiones colectivas, asignando actuaciones perniciosas a la mujer en el teatro de la historia.

ARIADNA

� Representa el amor romántico esperanzado que renuncia y sacrifica su vida establecida con la expectativa de alcanzar la felicidad conyugal.

� Es la imagen de la madresposa ejemplar, capaz de ser paciente y tolerante frente a los descarríos del marido que la salva.

� Evoca el amor instantáneo, traicionado y negado, pero ulteriormente recompensado con el matrimonio y la maternidad.

Â? Sugiere un posible guion trasgresor, motivando y dirigiendo acciones en contra del orden imperante y el poder represor.

Â? En el laberinto de la existencia humana acechado por las bestias represivas, es el amor fiel, incondicional y absoluto de una mujer entregada.

� Como evocación del alma y la pureza es el complemento del espíritu dionisiaco, extático y trasgresor de la cotidianeidad.

� Es la eventual cómplice de la embriaguez del marido en las licencias ilimitadas, la unión creativa, la liberación de los instintos, el extremo y el gozo.

LAS AMAZONAS

� Muestran que la renuncia a la maternidad es un riesgo político.

� El orden patriarcal y falocrático se resquebraja cuando las mujeres se convierten en guerreras y artífices de su propio régimen social.

Â? Representan la independencia de la mujer, fuerza y orden auto-establecido, capaz inclusive de instrumentar a los hombres para beneficio propio.

� Son la imagen que Occidente debe extirpar: ejemplo indeseable de autonomía y autosuficiencia de las mujeres que utilizan a los hombres como instrumentos, asignándoles en el teatro del mundo roles de exigua relevancia.