Domingo 06 de mayo de 2018
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
Los miserables es un libro ameno, algo dulzón y gigantesco (Hugo es gigantesco), caracterÃstica de toda buena novela. Narra la historia de un ex convicto, Jean Valjean, que roba unos cubiertos de plata en casa de un obispo.
Huye, es apresado por la policÃa, pero el obispo lo salva, garantizando su honestidad. Gesto decisivo que transforma al héroe. Hay que leer y releer estas páginas sublimes porque encierran toda la idea de Derecho, esto es, la fe imperturbable que nos permite aceptar al otro tal cual es, descartando todo sistema, en particular aquel sistema personal denominado carácter, que siempre necesita público.
El amor que quiere elegir su objeto es crepuscular. La actitud del obispo que respeta a Jean Valjean es perfecta porque descarta lo contingente.
Pero volvamos al libro. Valjean se convierte en el respetable monsieur Madeleine, alcalde de su ciudad. Por desgracia, allà hay un policÃa fastidioso (Javert), que sospecha que Madeleine es Jean Valjean
(para ser deshonesto sin problemas hay que ser muy rico, y Madeleine no lo era). Siguen acusaciones y abundan las peripecias que mantienen el suspenso de la novela, los personajes cómicos (algo tontos) como Gavroche, las luchas civiles por la liberación de la humanidad, la ternura y la violencia.