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Viernes 04 de mayo de 2018

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Perspectiva Minera

Economía dependiente debe cambiar por activa diversificación productiva

04 may 2018

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En la nueva perspectiva de la economía boliviana, se observa la necesidad de acometer cambios estratégicos en función a las realidades que actualmente nos mantienen en una posición ilusoria, pensando que las riquezas naturales no renovables, tendrán duración indefinida y por tanto todos los esfuerzos deben dirigirse a su explotación. Demás está decir que aunque se piense de ese modo las políticas nacionales, tampoco son lo suficientemente efectivas para alcanzar el objetivo de aprovechar las coyunturas que eventualmente nos permiten los precios internacionales, justo en el caso de hidrocarburos y de los minerales.

En el último tiempo se ha recibido con beneplácito las informaciones sobre un especial crecimiento de nuestras exportaciones, las mismas que han logrado niveles especiales por una recuperación en los precios internacionales, tanto de los hidrocarburos y en nuestro caso particularmente el gas, que subió en una proporción del 24 por ciento, mientras que en el sector de la minería además de mantenerse cierta estabilidad de cotizaciones algunos precios crecieron en una aproximación al 20 por ciento.

Después de varios años se registró un mayor ingreso por exportación de minerales, desplazando al gas a un segundo lugar y manufacturas y productos agrícolas al tercer lugar. El fenómeno económico no se prolongó mucho tiempo debido a los cambios de políticas dominantes que ejercen los grandes países capitalistas en permanente competencia industrial, lo que influye en los precios de comercialización de nuestros commodities.

En el análisis de situación, los expertos comprobaron que entres las gestiones del 2016 - 2017 se produjeron algunos cambios, lógicos en la tendencia de los precios, como que en la gestión pasada disminuyó el volumen de las ventas externas en un promedio del 4 %, empero en años precedentes se registró un mayor volumen de exportaciones, pero se cobró menos debido a los precios que entonces estaban por debajo de los registrados últimamente.

El economista Gary Rodríguez Álvarez, sobre el tema refiere además que otro aspecto importante y preocupante, fue la composición de las exportaciones ya que más del 80 por ciento de estas siguen basándose en nuestros recursos extractivos y no renovables, haciendo que Bolivia como tomadora de precios "sonría cuando estos suben, pero tiembla cuando bajan". Una realidad que nos lleva a reconocer nuestra indeseada dependencia y vulnerabilidad, que sólo se superará cuando nuestro perfil exportador alcance un balance especial con la producción de más productos no tradicionales y mayor valor agregado.

Estas apreciaciones, claramente observadas, admitidas y que son parte del proceso económico nacional, llevan a mayores reflexiones de los protagonistas de las actividades productivas del país, pensando seriamente en "delinear" una renovada estrategia, que disponga por una parte el buen uso de nuestras riquezas no renovables, lo que significa invertir para detectar todo el potencial por ejemplo, gasífero y por otro lado el mineralógico, de modo que con el movimiento de capitales y tecnologías se puedan mejorar los planes de prospección y exploración para definir potencialidades y su racional explotación.

Pero para que el proceso sea rendidor, lo que importa es que la estrategia nacional, defina un proyecto "realizable" al separar un porcentaje obligado de recursos generados por gas y minerales, para disponerlos en impulsar los otros proyectos no tradicionales pero definidos en la diversificación productiva del país, priorizando la agricultura, ganadería, turismo, artesanía y otros que comenzando con buen impulso, crezcan y se hagan parte de la nueva industria diversificada del país. El tema suena ilusorio, sin embargo es una realidad latente que está siendo soslayada irresponsablemente por nuestras autoridades superiores que deberían encarar el gran cambio del futuro productivo nacional.

Para los empresarios e industriales del país, no sólo se debe mirar a los sectores tradicionales que generan divisas y regalías y que se clasifican en el orden del extractivismo, que más tarde quiérase o no, declinarán al ser parte de la riqueza no renovable del país, hidrocarburos, el gas especialmente y los minerales, aunque se mencionen los macro proyectos del litio y del hierro, que sin sustituir aún a la minería actual, tendrá efecto de cambio en las décadas siguientes.

Este es un tiempo, según los empresarios, para poner la atención seriamente en otros rubros como la agricultura, la ganadería, la construcción, electricidad, gas y agua, turismo y artesanía, de modo que con estos servicios en actividad creciente se logrará impulsar el crecimiento económico nacional, para que alcance un índice muy aproximado al proyectado por el Programa Fiscal Financiero del ministerio de economía para la gestión en curso que bordea entre el 4,5 al 4,7 % del PIB. El ministro del ramo, afirma que se impulsarán los sectores productivos estratégicos y la ampliación de la infraestructura mediante la inversión pública, con el objeto de fortalecer el plan de industrialización nacional.

En el otro frente, el ejecutivo de la CEPB comentó que "el Gobierno tiene voluntad, pero carece de una mirada integral de largo plazo respecto a la política económica y su crecimiento efectivo". Para el dirigente empresarial las metas de crecimiento del PIB, control de la inflación y disminución del déficit fiscal, están desconectadas de factores como la producción, el aumento del empleo y la formalización de un vasto contingente del comercio informal.

En el sector agropecuario, expectante de tener medidas favorables a su desarrollo, se asegura que pese al alto nivel de riesgo que existe por los fenómenos naturales, el agro desplazó en cierto porcentaje a las actividades comerciales y manufactureras, incluso señala el informe, a los hidrocarburos y la minería, por lo que espera consolidarse, junto a la ganadería como la fuente más segura de la diversificación económica.

Bajo estas oportunidades de interés para el desarrollo, sin dejar de apoyar con fuerte soporte económico y viabilizar las inversiones externas, para sostener y mejorar la producción de gas y de minerales, los empresarios consideran que es urgente adoptar políticas más serias, responsables y "agresivas", para garantizar la seguridad productiva actual en base a nuestros recursos no renovables, pero dando forma a la nueva estructura de la diversificación productiva y su industrialización. Utilizar adecuadamente los recursos del presente para crear un aparato de alto rendimiento financiero en el inmediato futuro.

Medios, PM.

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