Arde el contrabando

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¡Alto!, ¡alto!, ¡alto! Es la voz de los militares que se escucha en la pampa fronteriza al intentar detener a los contrabandistas, quienes haciendo "oídos sordos" aceleran sus camiones a oscuras por caminos de herradura, sin importar su vida, ni la vida de los uniformados, ya que su objetivo es escapar con la mercadería ilegal a cualquier costa.

Sin embargo, aquel propósito de hacerse millonarios mediante la ilegalidad se trunca al ser retenidos por la Fuerza de Tarea Conjunta que opera en la frontera con Chile, a fin de frenar este flagelo que día a día crece en proporciones alarmantes.

Son grupos más organizados en una especie de clanes delincuenciales, portando modernos equipos de comunicación y armas contundentes y explosivos, principalmente, y, en algunos casos, armas de fuego, una de esas fue utilizada el 11 de marzo de este año, cuando asesinaron a los sargentos Fidel Chávez y Vladimir Siñani en el sector de Cahuana, municipio de Sabaya del departamento de Oruro.

OPERACIONES

En la víspera, el accionar militar no fue indiferente a esta lucha, cuya labor se inició a las 22:00 horas con el patrullaje de rutina por Pisiga, Sabaya y alrededores. Antes de salir a operar, una oración dirigida a Dios, es fundamental para que proteja a los uniformados en su labor.

Por otro lado, se estableció en Huachacalla el denominado "check point", que es un puesto fijo de control en carretera para verificar que no exista vehículos que transporten mercadería ilegal.

Las patrullas establecidas en Unidades de Reacción Inmediata (URI) recorren los caminos adyacentes a la frontera con Chile. La noche del viernes y madrugada del sábado hubo luna llena, aspecto que desfavoreció la labor del contrabando y ayudó a los uniformados a tener un mejor panorama del control.

La comunicación es constante entre las URIs, con información generada a cada instante de distintos puntos fronterizos. Sin embargo, en el patrullaje de rutina se debe lidiar con la "contrainteligencia" de los denominados "loros", personas que observan el accionar militar para avisar a los conductores de los camiones de contrabando por dónde está el control.

Una de las patrullas se dirigió hacia el Sur, por la ruta de los "chuteros", pasando por el sector central de ese camino, como es la comunidad de Villa Vitalina y antes de ello, una mirada muy próxima al Salar de Coipasa, por donde también circulan vehículos indocumentados. A raíz de la captura del capitán de policía, Rodrigo Saravia, registrada la mañana del jueves precedente, la madrugada de ayer no hubo movimiento por esa zona.

HITO 0

Una de las patrullas llegó muy cerca al Hito 0, donde se detuvo a varios metros para hacer una verificación del sector. Los periodistas que acompañaban decidieron pasar la frontera alumbrada por la luz de la luna llena. Muy cerca de la estructura del hito se observaban rocas grandes sobre el terreno arenoso. Pero a medida que avanzaban, se comenzaron a escuchar voces, era como si las rocas cobraran vida y había murmullos, sin embargo, con sorpresa se observó a decenas de personas que pernoctaban a la intemperie, principalmente mujeres de pollera. Muy cerca de ellas, una fila de "carritos de mano" hechos artesanalmente a la espera de recibir un contrato para pasar la frontera practicando el denominado "contrabando hormiga".

Las señoras se mostraron sumisas y en algunos casos escaparon ante la presencia de la prensa. Sin embargo, se conoció que cada carrera tiene un costo de 50 bolivianos, según como vaya cargado el carrito y si la altura es considerable, la carrera es de 100 bolivianos.

Ellas dijeron que su parada es el puesto aduanero, pero en realidad, esa mercadería va directamente hasta pequeños camiones o minibuses que salen de Pisiga rumbo a la ciudad de Oruro. Tras dejarlas, el patrullaje continuó hacia otras direcciones.

CAMIONES

A las 04:00 horas aproximadamente de ayer, una de las patrullas que estuvo en el sector de Toldos, al Norte de Pisiga, tras tres horas de espera y al tener información que en el lado chileno había diez camiones de contrabando cuyos conductores intentaban ingresar por puntos no autorizados a territorio nacional, hizo vigilia a la espera de su accionar.

Instantes después en caravana y con luces apagadas sobre el camino de herradura ingresaron seis camiones de los diez, imprimiendo una velocidad de 120 kilómetros por hora. La idea era "limpiar" en el camino cualquier obstáculo que se podría presentar, básicamente a los "lobos", vehículos de los grupos de élite de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, se utilizó la persuasión para detener la marcha de esos camiones que ya estaban en territorio boliviano. Los conductores se dieron a la fuga, de dos de los seis motorizados, sus choferes se encargaron de inutilizarlos para que no sean trasladados por los militares. También de los camiones salieron tres personas por vehículo, al margen del conductor, que intentaron frenar el accionar de los uniformados.

Pero no lograron su objetivo, porque luego de unos minutos las otras patrullas que estaban en sectores distintos llegaron al lugar para apoyar esa "frenada al contrabando". Los contrabandistas escaparon de la zona escondiéndose en las alturas de una pequeña serranía.

Desde allí comenzaron a hacer explotar petardos, con la finalidad de llamar la atención de las poblaciones vecinas con el objetivo de tener apoyo y por otro lado, disparaban los petardos en contra de los uniformados.

Inmediatamente, tres camiones fueron sacados del lugar por los militares rumbo al Regimiento de Infantería 22 "Mejillones", dos estaban inutilizados y otro se quedó a la mitad de la vía. Se hizo hasta lo imposible para repararlo a fin de sacarlo del lugar.

Mientras tanto, el hostigamiento de los contrabandistas continuaba con gritos y explosiones de petardos. Se generó un momento de tensión en el sector que no pasó a mayores. Asimismo, llamó la atención de la presencia de Carabineros de Chile. Se supo extraoficialmente, que ellos serían contratados por los contrabandistas para que sean escoltados por caminos alternos hasta llegar a territorio boliviano.

La madrugada de ayer, esos carabineros intentaron hacer contacto con los militares bolivianos, pero no tuvieron éxito, porque simplemente fueron ignorados. Su propósito era capturar algún uniformado si se acercaba al límite mismo de la frontera, ya que está prohibido transitar armado por ese sector.

Fueron varios los minutos que los funcionarios militares estuvieron en la zona, a fin de sacar el cuarto camión parado. Mientras se solucionaba ese problema eléctrico, de los otros dos camiones inutilizados se sacó la mercadería y se la quemó, en su mayoría eran fardos de ropa usada.

ESCOLTA

Una vez solucionado el problema del vehículo pesado, fue escoltado hasta Huachacalla, llegando al lugar "sanos y salvos" con los primeros rayos del sol que ya alumbraban el sector occidental del departamento de Oruro. Trabajaron personas en "cuerpos de acero" que frenaron el contrabando de varios camiones en una operación con éxito.

Un militar que pidió mantener en reserva su nombre dijo que se operó a 100 metros del límite fronterizo con Chile.

"Cuando ven la oportunidad, los contrabandistas pasan a territorio boliviano para realizar sus actividades. Trabajamos con Inteligencia y en base a eso programamos nuestros operativos en forma eficiente. El operativo fue un éxito, no tenemos daños colaterales, se dieron a la fuga (los contrabandistas) bloqueando los camiones. Nuestra prioridad es detener los camiones, pero a veces los contrabandistas se apoyan en las comunidades para hacernos frente", dijo.

Indicó que se evalúan riesgos y se debe salir del lugar lo más antes posible, para evitar algún enfrentamiento.

Fuente: LA PATRIA