El 7 de abril fue bombardeado el pueblo de Siria, por los Estados Unidos de Norteamérica, Gran Bretaña, y Francia, manifestando que estarían utilizando las armas químicas, prohibidas por las Naciones Unidas (ONU) desde 1993. Las armas químicas, son diferentes a las convencionales, nucleares, las armas químicas son tóxicos que matan en forma masiva a toda especie con vida, son destructivas. Las consecuencias del uso de armas químicas, son dificultades en la respiración, quemazón en los ojos, piel, asfixia, muerte masiva de la población.
Hasta ahora, no está comprobada la utilización de estas armas, en este país de Siria, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha propuesto al Concejo de Seguridad de la Naciones Unidas, rechazo a este bombardeo, apoyados por las naciones de China y Bolivia. El resto de los representantes de los países del mundo han aprobado la intervención de los EE.UU. El Gobierno de Siria, no debe resistirse en la investigación, porque la utilización está prohibida por la ONU, tampoco los países altamente desarrollados deben abusar de su poder económico y bélico.
Las sustancias químicas solo están permitidas en las farmacias, en la medicina, resina, gas de mostaza, sarín, fosgeno, clociprina, que pueden utilizarse estos productos químicos en la industria, en forma limitada. Estas armas químicas ya fueron utilizadas en distintas épocas. El presidente de los EE.UU. El señor Trump, toma decisiones unilaterales, desconociendo a la ONU, por el poder económico y político que tiene. Con esta información incompleta, se observa cómo algunos medios de comunicación están sujetos al poderío económico de las grandes naciones.
Las Naciones Unidas deben evitar todo conflicto bélico, porque todo bombardeo, siempre afecta a la población inocente, a los niños, niñas, nadie quiere que haya muertes, heridos, con defectos psicológicos, físicos, si hablamos de la utilización de las armas químicas, están contaminado aún más el planeta Tierra. Los países en vías de desarrollo no tenemos conocimiento de lo que está ocurriendo, solamente recogemos información parcializada de los medios internacionales de comunicación, sobre la muerte de la población inocente, observamos la confrontación de las naciones sumamente poderosas en la industria bélica.
Los países desarrollados hablan, hacen discursos de paz, sin embargo sus acciones, nada creíbles, aumentando mayor violencia, asesinatos, intervenciones bélicas, armamentismo, aumentando industrias de armas convencionales y destructivas a la vida de la Tierra, utilizando a las Naciones Unidas para sus intereses económicos, y la mayoría de los países están sometidos a las reglas de los EE.UU., para intervenir a países indefensos, muriendo gente humilde y pobre, pareciera que quieren exterminar a la especie humana.
El terrorismo yihadista, está siendo respaldado por actitudes negativas de los países ricos, que son dueños de las industrias de armamento, ellos necesitan guerra, violencia, para elevar su economía, al tratar de intervenir, bombardear a Siria, estarían apoyando indirectamente a los terroristas, que tanto daño hacen a diferentes países del mundo, por su fanatismo religioso.
Los países que tienen las armas químicas son EE.UU. Rusia, India, Albania, Irak, Libia, Siria, Egipto, Angola, Corea del Norte, Siria y otros. Rusia y China, proponen que las armas químicas de Siria, pasen al control internacional de la Naciones Unidas. Los futuros bombardeos, pueden provocar la tercera guerra mundial. El bombardeo está ocasionando mayor temor en la población.
Hay gobiernos que se dignan en apoyar a diferentes bandos, unos respaldando al bombardeo y otros en rechazo, de utilizarse las armas químicas, biológicas, dañarían a la humanidad, la ONU tiene una gran responsabilidad, para evitar el suicidio colectivo. Los países poderosos, no le dan importancia a las decisiones del Consejo de Seguridad y los países pobres no tienen fuerza suficiente, necesitan desarrollarse económicamente, para que su voz, sea útil y mientras tanto, los problemas sociales económicos, seguirán aumentando, por la hegemonía de los ricos. Los países desarrollados, en la industria bélica, deben reflexionar sobre la utilización de las armas convencionales, químicas, biológicas, que generarían un desastre mundial, con consecuencias imprevisibles.
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