No hay necesidad de darle muchas vueltas al asunto, toda vez que en el frente gobernante se accedió a un planteamiento salarial de la Central Obrera Boliviana, en representación de los trabajadores sindicalizados, excepto los funcionarios de la administración pública, que sin mayores problemas se beneficiarán de las medidas de orden social que implica aumentos del 5,5 por ciento al haber básico y del 3 por ciento en el salario mínimo nacional, con retroactividad a enero del año en curso, además del doble aguinaldo si se logra el 4,5 por ciento en el crecimiento de la gestión.
En anterior comentario en esta misma columna, en torno al asunto salarial, mencionamos los peligros que entraña, según los empresarios un aumento mayor al 3,5 por ciento al básico y dejar en cero el aumento al salario mínimo, además de ni siquiera pensar en un doble aguinaldo en la presente gestión.
Sucedió que el criterio del ministro de Finanzas no se tomó en cuenta para nada, como tampoco se analizaron algunos planteamientos del sector privado al mostrar marcados temores de una severa alteración en la economía socio laboral al incrementarse desmedidamente el rubro de salarios, peor aún si además se dobla el pago de aguinaldo.
Como se ve el asunto desde el lado de los sindicalistas, el Gobierno acepta el planteamiento y dicta las medidas, pero quienes pagan "las consecuencias" serán los empleadores privados, de la industria, el comercio establecido y las pequeñas y medianas empresas, en las que casi con seguridad se dispondrá el retiro de personal y en casos extremos, que serán muchos se producirá el cierre de algunas empresas, lo que se resume en aumento de la desocupación y en mayor crecimiento de la actividad informal.
Si bien desde el frente oficial se manejan algunos datos que mencionan favorablemente el desempeño positivo (En la región) de la economía boliviana, no se puede desconocer que internamente se confrontan varios problemas que en algún momento pueden incidir negativamente en el contexto global de la imagen que rodea el perfil nacional.
Entre algunos detalles se menciona que en una década la deuda externa nacional creció en 386 por ciento, y al mes de marzo del año en curso la deuda externa alcanzó 9.557 millones de dólares. Tenemos una deuda supermillonaria con la China y confrontamos problemas para impulsar nuestro sistema productivo, por falta de inversiones oportunas, mientras que otros informes señalan que nuestra "reserva internacional" de la que nos vanagloriamos bastante, también ha rebajado ostensiblemente, detalles conjuntos que ponen en duda a la población sobre el futuro económico del país, más aún cuando se dictan medidas que claramente alterarán el equilibrio social entre sectores que están ligados a la producción, la inversión, el crecimiento de la informalidad ante la disminución de empleos, y la falta de incentivos para ampliar un equitativo sistema tributario en que la mayoría de los bolivianos paguen impuestos justos y contribuyan al progreso del país.
Un dato positivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), apunta a un posible crecimiento del PIB que llegaría este año al 4% en términos reales, permitiendo que la economía de Bolivia, siga siendo una de las más importantes de la región en la visión externa, aunque su realidad interna ubique al país en la franja de los riesgos socio económicos, que se traducen en intolerancia caótica y conflictos, algo que no desea la comunidad.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.