Jueves 26 de abril de 2018
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No puedo despedir abril sin referirme a José Enrique Viaña RodrÃguez, una de las tres columnas sobre las que descansa, por ahora, el bien ganado prestigio de Gesta Bárbara.
Nació en Challapata, provincia Abaroa de Oruro, en una fecha que no estuvo clara hasta que su sobrino nieto, Gonzalo Molina EcheverrÃa, le dio luz definitivamente: 17 de abril de 1898.
Gracias a los estudios que se han hecho sobre su obra, entre ellos los de Molina y Alba MarÃa Paz Soldán, ahora se sabe que fue más prolÃfico de lo que se creÃa.
Sus libros de poemas son "La humilde ventura" (1923), "Camino soleado (En la paz en la guerra)" (1935), "En el telar del crespúsculo" (1968) y "La sed inextinguible" (1970). Entre sus cuentos destacan "La voz de las campanas" "Página roja", "Cuento de invierno" y "Temple de montaña" pero, en lo que a narrativa se refiere, son ineludibles sus novelas "Cuando vibraba la entraña de plata" y "Ananké".
Viaña fue parte de la original Gesta Bárbara no sólo porque algunos de sus trabajos aparecen en las páginas de la emblemática revista sino, fundamentalmente, debido a que participaba de las noches de tertulia en las que, inevitablemente, los protagonistas eran Carlos Medinaceli y Arturo Peralta, el inefable Gamaliel Churata.