Aunque la idea dio vueltas en muchas cabezas, luego del hecho del dÃa 11 pasado con un saldo de nueve muertos y más de una decena de heridos en el interior de la mina Huanuni, y con varias hipótesis sobre la causa del mismo, además con el objeto de ejercer mayor control para evitar fechorÃas de los "jucus", se habló de la posibilidad de militarizar el distrito de Huanuni, hecho que debÃan analizar los trabajadores para formalizar el planteamiento.
En todo caso, hay una explicación anticipada por parte del ministro de Defensa, Javier Zavaleta, descartando una "militarización" de la Empresa Minera Huanuni (EMH), que como se observa hace referencia en caso extremo sólo a los lÃmites de la empresa, sin afectar a la población civil que dicho sea de paso ha crecido en espacio y magnitud poblacional, de manera increÃble, confirmando su condición de ciudad intermedia.
El inusitado movimiento de los ladrones de mineral, que operan en sitios escabrosos del coloso cerro de Posokoni, han burlado los controles de la empresa y eludido hábilmente los controles policiales, incluso la vigilancia temporal que realizan efectivos militares, por lo mismo el asunto se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los ejecutivos de la empresa, de las autoridades de minerÃa y de los trabajadores, estos últimos que "indirectamente" y por razones obvias, en algunos casos son considerados aliados de los "jucus", de acuerdo a la referencia de administrativos de la empresa, que consideran sumamente difÃcil erradicar el mal sostenible de la sustracción de minerales.
El trágico suceso del nivel 240 en la rampla de Huanuni, tiene muy atareados a varios investigadores especializados, policÃas y civiles que siguen colectando pruebas en el sitio de la explosión que hasta ahora no puede definirse, ni como accidente, tampoco un atentado y menos llegar a una conclusión que atribuya directamente a culpables. Se mencionó la posibilidad de que fuesen "jucus", pero al no tener elementos concretos sobre esa apreciación, el caso de mina Huanuni, se convierte en el tercer hecho de explosión en Oruro, sin esclarecimiento.
Lo sucedido ha generado empero una acción inusual en el último tiempo con un operativo de magnitud en pos de rescatar minerales robados en interior mina y que se encontraban distribuidos en varios domicilios, mostrándose de ese modo que el delito es de "alto vuelo" y merece un tratamiento especial para reducirlo y en el caso ideal extirparlo de la mina Huanuni. Para ese cometido se necesita mucho personal de vigilancia y operativo, por lo que se sugirió la presencia militar de manera permanente, situación que no es posible, pero que de todos modos más adelante podrá concretarse una vez que sean incrementados los puestos de control que debe habilitar la empresa.
Está descartada una militarización en Huanuni, empero se mantendrá la presencia de cierto número de efectivos militares que trabajarán junto a policÃas y delegados del sector laboral para cuidar la producción, denunciar y en su caso capturar a los delincuentes que ocasionan un grave perjuicio a la EMH, cuya tercera parte de su producción, alimenta al "juqueo", como afirma el presidente de Comibol.
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