Loading...
Invitado


Domingo 22 de abril de 2018

Portada Principal
Cultural El Duende

Herencias de la literatura boliviana

La consagración de Zárate

22 abr 2018

Ramiro Condarco Morales

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Primera de dos partes

Con el ingreso de la población indígena a la guerra civil, tres fuerzas recíprocamente contrapuestas comenzaron a oponerse sordamente en el seno de las familias revolucionarias: el sentimentalismo regional de los constitucionalistas paceños, las aspiraciones políticas de los jefes liberales y los intereses sociales y económicos de las improvisadas milicias indígenas.

El antagonismo entre las dos primeras no era aún fuente de manifestaciones de importancia. Empero, la oposición entre los propósitos específicos perseguidos por los revolucionarios y las ambiciones de emancipación social de los indígenas, comenzó a revelar ya las primeras pruebas de su existencia con los sucesos ocurridos en Corocoro en las postrimerías de enero y principios de febrero.

¿Cuál es la posición que originalmente tuvo la presencia de Zárate Willka en este conflicto?

Ya tenemos dicho que nada se puede afirmar, con seguridad, acerca de si la autoridad de Zárate fue o no el resultado de una iniciativa puesta en ejecución por los revolucionarios paceños a instancias de sus inmediatas exigencias.

Pueda ser -dijimos en 1964- que del encuentro de los distintos propósitos de insurgentes y aborígenes haya provenido el caudillaje de Zárate Willka como un medio de transacción entre dos corrientes en pugna cuya desinteligencia era, para los revolucionarios, necesario conjurar momentáneamente mediante ese expediente y sin abrigar, de antemano, propósitos de sujetarse, llegado el momento, a los compromisos contraídos.

Esta presunción fue persistente creencia popular una vez pasada la contienda.

Una suposición de mayor probabilidad -añadimos en el referido año- es que los jefes revolucionarios, dispuestos a servirse de Zárate Willka, sin antecedentes contractuales previos de ninguna naturaleza, como factor de obediencia para obtener la incondicional colaboración de los indígenas, se hayan propuesto utilizarlo solo con el propósito de conseguir el triunfo de la revolución con exclusión de todo otro ideal de importancia para sus aliados.

Sin embargo -acotamos-, como al enunciar estas ideas permanecemos aún en el terreno de los enunciados hipotéticos, no es tampoco desestimable que el caudillo haya adoptado la actitud de un oficioso servidor de pronunciamiento mal llamado federalista con el oculto objeto de promover, una vez obtenidas determinadas ventajas, un vasto movimiento de liberación indígena.

En cualquiera de los tres anteriores casos -aseveramos en el citado año de 1964-, la localización de área de conflicto así como la del centro de irradiación y agitación revolucionaria contribuyeron, sin lugar a dudas, enormemente a la consagración definitiva del caudillaje de Pablo Zárate Willka.

Ahora, tenemos razones para suponer, más fundado, que la autoridad de Zárate Willka resultó de un antiguo y recíproco acercamiento entre este y Pando.

Sabemos que, en la primera fase de la revolución, Sicasica fue el asiento oficial de la jefatura de la vanguardia revolucionaria, de la jefatura política de las cuatro provincias que mayor importancia estratégica tenían para las operaciones militares y, presumiblemente, también, el centro de las primeras tareas de agitación en el agro.

Continuará

Ramiro Condarco Morales. Oruro, 1927 - 2009. Poeta, ensayista, polígrafo, historiador y abogado. Publicó en Poesía: Cantar del trópico y la pampa (1948); Mares de duna y ventisquero (1948); Zedar de los espacios (1975); Madre Alba y poemas lineales, más un bouquet de luz para Yulena (1989).

En ensayo: Grandeza y soledad de Moreno (1971); Rigoberto Paredes, historiador y etnógrafo (1971); La revolución del pan (1981); La teoría de la complementariedad vertical eco-simbiótica (1987); Franz Tamayo, el pensador (1986), Temas de antropología y arqueología (1989).

En Historia, Zárate, el "Temible" Willca (1965) es su obra más conocida. Señaló un importante momento de la historiografía boliviana en la que ingresan al escenario histórico las masas indígenas. Orígenes de la nación boliviana aparece en 1977 e Historia del saber y la ciencia en Bolivia en 1981.

Otros: Tetragramas de la lengua castellana (1989); Brevísimo diccionario del buen humor (1989); Breve diccionario de insultos (s.f.).

Dejó más de un centenar de artículos y estudios menores, los cuales aparecieron en Presencia Literaria y otros medios especializados en temas científicos y culturales.

Al comentar acerca de la proficua obra de Condarco, el crítico literario Juan Quirós afirma que fue "la voz que se manifestaba como un espíritu hipersensible, diluido en el paisaje, para coger entre sus hilos el alma terrígena".

Para tus amigos: