Está demás señalar que en tiempos de pobreza el común de los ciudadanos hagan despilfarros en el hogar y pongan en riesgo la seguridad familiar, por lo mismo en periodos crÃticos, se impone la austeridad y sobre todo algunas medidas que impidan derroches y alteren programas de ahorro o de simple contracción en gastos suntuarios.
En realidad es simple y sólo una marcada irresponsabilidad en conductores de un núcleo familiar, podrÃan estimular los gastos que no correspondan a situaciones propias del cuidado en la administración familiar, que es base importante de la sostenibilidad de un núcleo social dependiente en todo caso de un salario mÃnimo vital, que aún incrementado, en la mayorÃa de los casos no compensa el desequilibrio que se produce con los gastos de la canasta familiar y las tarifas de los servicios públicos.
Esa es la situación real en materia de sostenibilidad financiera, comenzando por las familias, desde las más sencillas y vulnerables a cualquier cambio financiero que se implemente en el paÃs, hasta las que tienen algunos privilegios que las hacen proclives a los gastos suntuarios y derroches insulsos.
Por este camino de análisis, llegamos necesariamente a la gran familia boliviana y a los responsables de manejarla, cuidarla y facilitar por todos los medios que logre un desempeño de tranquilidad y dignidad cotidiana. Está el Estado (Papá) del que dependen las condiciones para generar un proceso de cierto equilibrio social entre el conglomerado de familias y sus condiciones de adaptación al medio reinante, que en todo caso deberÃa estar muy bien delineado, para suprimir ventajas en ciertos niveles y distribuir más beneficios en la mayorÃa de la sociedad.
Para alcanzar este punto de equidad financiera tendrÃan que aplicarse muchas medidas, algunas extremadamente radicales y otras que consignando a las mayorÃas, eliminen injusticias y permitan objetivamente a las familias gozar de derechos que se traduzcan en más seguridad, mejores servicios de salud y educación, más atención a los problemas de saneamiento básico y por lo menos una posibilidad de crear la alcancÃa de ahorro familiar.
Para alcanzar objetivos prudentemente factibles en cuestión social, hay necesidad de que se comience por el ejemplo y en los más altos niveles de gobernabilidad se apliquen polÃticas de austeridad, se eviten gastos suntuarios y se ajusten las obligaciones a los lÃmites estrictos de responsabilidad y prudencia, descartando los programas de promoción partidaria y fomentando los de orden social que se traducen, en servicios elementales de vivienda, agua, alcantarillado, luz y transporte, para encarar luego con mayores presupuestos los programas de salud, educación y mejoramiento urbano.
Se espera que un adecuado programa socio polÃtico se cumpla en el lÃmite de las posibilidades financieras, sin derroche de recursos públicos, pero atendiendo las necesidades prioritarias de la población, haciendo que un trabajo bien remunerado con un plan que controle la canasta familiar y el pago de servicios sea correcto, eliminando injusticias o privilegios, permitan una sociedad más justa y más digna.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.