Dicho esto extrapolemos la presencia de diversos grupos de activistas en la celebración de la cumbre, destacando la diferencia entre uno y otro.
Primero: cerca de 2.000 personas repartidas en grupos de partidarios de los nefastos regÃmenes dictatoriales pseudo socialistas de Cuba y Venezuela, grupos que pretendieron con bochornosos actuados el desprestigio y la credibilidad de la cumbre misma, todo en "defensa" de regÃmenes que ni de lejos representan la voluntad democrática de los pueblos, pero sà la de una ideologÃa fracasada, corrupta y excluyente, que participaron de una paralela y totalmente innecesaria (Además de muy bien pagada) "Cumbre de los Pueblos", siendo protagonista de la vergonzante y mitomanÃaca Marcha de los Pueblos.
Segundo: grupos espontáneos de ciudadanos venezolanos emigrantes por la crisis de su paÃs y afincados en Perú, que viendo las mentiras y descaro del anterior grupo en su cumbre paralela y su "marcha de los pueblos", las falacias de sus consignas y sus bien pagadas vacaciones, protagonizaron jornadas de protesta con riesgo de violencia y confrontación contra los del primer grupo, la consigna de estos grupos esporádicos fue la de denunciar al mundo las mentiras de los regÃmenes de Maduro y Castro, asà como la crisis humanitaria en Venezuela provocada por su mismo gobierno, además de la práctica ruina de la institucionalidad.
Tercero: docenas de bolivianos de colectivos ciudadanos y oposición al gobierno de Evo Morales, estos grupos denunciaron la situación de violación a las normas, la corrupción, la represión del Gobierno boliviano y sobre todo el respeto de los resultados del 21F de 2016, esta gente llegó hasta Lima luego de recorrer por tierra miles de kilómetros desde la ciudad de Santa Cruz de la Sierra hasta Lima.
A este punto parece llegar la presencia de 150 dirigentes de movimientos sociales afines al gobierno de Evo Morales.
Entonces 2.000 defensores de las mal habidas fortunas de los actuales y pasados gobiernos, interpretan presumiblemente un papel de simples defensores de una ideologÃa fracasada, máxime cuando acuden a la cumbre de Lima supuestamente en representación de los pueblos negando ser pagados.
Ante la mentira del socialismo del siglo XXI solo la verdad nos hará libres, la verdad de los pueblos cuya voz, ni la plata o el plomo podrán callar.
(*) AsambleÃsta Orureño
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