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Domingo 20 de junio de 2010

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Revista Dominical

Monseñor Cristóbal Bialasik obispo de la Diócesis de Oruro

Los sacerdotes comprometidos con la vida de Cristo pueden cambiar el mundo

20 jun 2010

Fuente: LA PATRIA

A 25 años de su ordenación pide al pueblo rezar por más santas vocaciones Por: Alicia Navía Mier

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Los sacerdotes comprometidos con la vida de Cristo pueden lograr un cambio positivo en el mundo a través del trabajo social y servicio al pueblo sin necesidad de servirse de él|, afirma el obispo de la Diócesis de Oruro, monseñor Cristóbal Bialasik, quien cumplió 25 años de vida sacerdotal entregada al pueblo de Dios.

Monseñor Bialasik, fue ordenado el 15 de junio de 1985 y asumió funciones hace cuatro años como principal autoridad de la Iglesia en nuestro departamento.

Al cumplir 25 años de labor social y espiritual, el Prelado dice que se debe pedir a Dios, mediante oraciones, por más vocaciones sacerdotales pero que sean verdaderamente santos, que quiere decir que tengan una verdadera vocación al servicio del necesitado y en algunos casos, incluso poner en riesgo su vida ante cualquier conflicto en el que tenga que intervenir para salvar al pueblo.

Recuerda cómo hace cuatro años, tuvo que realizar este trabajo al lograr pacificar un enfrentamiento entre mineros en la población de Huanuni, donde muchas personas perdieron la vida y donde ninguna autoridad pudo calmar las asperezas que motivaron la pugna entre los dos bandos.

En el enfrentamiento entre mineros ocurrido el 5 y 6 de octubre de 2006, lo primero que hizo fue hablar por la radio, convocando a las personas involucradas en el conflicto a un diálogo y gracias a la intervención que según él le concedió Dios, logró hablar con cada uno de los grupos en conflicto, porque no se podía realizar el acercamiento en conjunto, pero se logró que entiendan que estar enfrentados no les llevaría a nada bueno.

“El 6 de octubre en la vigilia de la festividad de la Virgen del Rosario, yo creo que la Virgen quiso que pasen en tranquilidad y también me utilizó para pacificar el pueblo, una paz milagrosa desde el momento que volvió la calma en el pueblo, donde se agradeció a la madre de Cristo por haber realizado el milagro, porque la gente al día siguiente ya se encontraba tranquila, aunque con mucho dolor ante la pérdida de muchas personas”, recordó.

Refirió que esta es la postura de un buen pastor, porque si las ovejas se encuentran en peligro y en dificultad, allí es donde debe prestar su ayuda con apoyo de Cristo, motivo por el que actualmente en el pueblo de Huanuni, ya no existen estos problemas y se espera que este tipo de enfrentamientos no se repitan más.

La santidad de un sacerdote es importante, según monseñor Bialasik, no es suficiente ser administrador de la parroquia nada más, porque este trabajo puede hacerlo cualquier persona, pero lo más importante es tener santidad y tener coherencia con la palabra y vida con el señor.

“Es importante su formación espiritual teológica, porque cada momento se encuentran en contacto con el Señor para ayudar al pueblo, exigencia que los sacerdotes tienen que cumplir para lograr la santidad, por eso, a diario se pide por los sacerdotes para que Dios envíe nuevos sacerdotes, para que el pueblo pueda encontrarse con el Señor y tenerlo presente en la vida de los capellanes”, refirió monseñor Bialasik.

Respecto a la decisión de muchos sacerdotes de no continuar con su vocación y dejar de lado el trabajo social emprendiendo otra vida, dijo que existen muchos que se entregan al trabajo y otros que al haber sido ordenados, no cumplieron con su vocación y se dieron cuenta que no estaban preparados para llevar la vida sacerdotal, motivo por el que al haberse presentado algunas pruebas y algunos momentos de exigencia más profunda, fueron momentos de reflexión y cambio, tiempo en el que paran su trabajo social para analizar y no perderse en el camino, para decidir tomar un nuevo rumbo reflexionando en su futuro.

Se debe agradecer por los sacerdotes que cumplen su trabajo con cariño y mucha entrega y también por los otros que se dejan llevar por el mundo y dejan el camino que Dios dispuso para ellos, porque ser sacerdote es servir al pueblo como ejemplo de buen pastor, quien debe ser alumno y padre como es llamado por la comunidad y que significa que es un padre espiritual del pueblo, porque además absuelve los pecados a nombre de Cristo para dar esperanza al pueblo.

Explicó que también se les dice curas, porque curan el alma de las personas de forma espiritual, curando las heridas de los seres humanos, dando entusiasmo y brindando su servicio al pueblo enseñando la palabra y dando testimonio de vida para que el pueblo siga los pasos de Cristo y sirva al señor.

En muchos casos los sacerdotes entregan la vida para servir al pueblo, por lo que espera que haya más sacerdotes para ayudar más a la gente en todos los sectores para que el pueblo se reencuentre con el Señor y el pastor pueda seguir los pasos de Cristo para lograr la salvación del mundo.

Las vocaciones sacerdotales disminuyeron en algunos sectores y en otros permanecen, dijo el Prelado.

En el caso de la Diócesis de Oruro, que tiene una jurisdicción de aproximadamente 54 mil kilómetros cuadrados tiene 50 parroquias y solo se tiene 25 sacerdotes diocesanos, motivo por el que es necesario que se tenga más presbíteros, por ser los pilares de la Diócesis para llevar adelante el trabajo encomendado por Dios, apoyando el trabajo social y espiritual que realiza el obispo trabajando en unión, porque no es suficiente la cantidad, también la calidad.

Por esta razón según el obispo, siempre pide por más vocaciones sacerdotales porque el sacerdote por si debe ser santo ya que esta es la principal característica de un sacerdote, para traer más frutos para la iglesia, dando de sí mismo para vivir la palabra y ser profeta en el pueblo.

A las personas que dejaron de lado a la Iglesia, pide que no se dejen llevar por las cosas convencionales del mundo, porque solo los peces muertos se van con la corriente del agua, mientras que los peces vivos, nadan contra la corriente.

El mundo necesita de una reflexión y una renovación espiritual, por ese motivo hay que discernir en qué mundo vivimos y ver que muchas cosas que ofrece este mundo nos lleva al abismo sin salida, por eso el único camino lleno de esperanza es el camino del Señor y este camino debe ser para todos, dijo.

“Espero que todos nos encontremos en la realidad de este mundo con el Señor, para construir una vida digna y una vida llena de esperanza, amor donde verdaderamente sintamos la presencia del señor, lo que significa proteger la vida, su dignidad, proteger a la persona alimentando con la palabra de Dios, con su cuerpo y con su sangre, porque actualmente el mundo ofrece muchas cosas negativas por lo que muchas personas pierden el sentido de la vida, no sienten el sentido de la vida lo que motiva tanta violencia , inseguridad ciudadana, miedo y temor a todo.

“Si queremos construir un mundo mejor, tenemos que estar unidos con el Señor y poner su palabra en práctica para llegar al reino de Dios, que quizá no es sencillo porque hay que exigirse bastante, pero es posible con un cambio en la vida de cada persona que ocasionará un cambio profundo en el mundo que construimos en la palabra de Cristo”, manifestó.

Ser la autoridad máxima de la Iglesia como el cargo que ocupa de obispo de la Diócesis, requiere mucha responsabilidad porque ser sacerdote significa ser elegido por Dios, que es una vocación y no un oficio, una vocación que Dios concede a los párrocos desde que se encuentran en el vientre de sus madres, motivo por el que son ministros de la Iglesia sacados del pueblo para servir al mismo pueblo, porque se debe entregar la vida entera para evangelizar y dar a conocer la palabra de Dios para ministrar los sacramentos santificando a los pueblos, según monseñor Bialasik.

Recordó los problemas ocasionados en febrero y octubre negro, conflictos que le permitieron vivir el dolor de muchas personas, a quienes se les llevó la palabra de Cristo ante la desesperación que tenían por haber perdido a un ser querido.

“Procuro hacer todo esto para lograr que las personas tengan una vida más digna y se acerquen al Señor, para que tengan fe y se comprometan mas con él para que sean testigos y para que nuestra vida sea un reflejo de la entrega total a nuestro Señor Jesucristo”, manifestó.

Según narra monseñor Bialasik, de lo que trata es de realizar un trabajo pastoral y coordinación social, por ser este aspecto el brazo derecho de la Iglesia, por lo que a través de algunas organizaciones, se apoya a la gente necesitada y que requiere un apoyo moral y en algún caso material.

Por todo lo explicado anteriormente, dijo que se pretende también brindar más espacios para acoger a la población en su conjunto, puesto que el pueblo espera de este servicio para tener una renovación, por lo que se habilitó parroquias y capillas que estaban cerradas, donde ahora las personas puedan acercarse a la Iglesia.

Este es el caso del templo de Santo Domingo, el más antiguo de la ciudad, en el que se realizarán algunas mejoras por ser una reliquia del pueblo de Oruro, que tras designar a dos sacerdotes, se logró revivir la comunidad para juntos refaccionar la infraestructura donde se acogerá a los feligreses de la zona.

“Nos falta mucho para construir iglesias y atender a toda la gente en todas las zonas de nuestro departamento, porque en la ciudad hay gente, pero en las minas y en el área rural se necesita hacer revivir algunos templos y capillas en las comunidades para que la gente pueda sentir la presencia de Dios en sus vidas con el trabajo que realicen los párrocos o sacerdotes que sean designados a estos lugares”, concluyó el obispo de la Diócesis de Oruro, Monseñor Cristóbal Bialasik, agradeciendo a Dios por haberle otorgado la gracia de servir al pueblo en estos 25 años de vida sacerdotal.

Fuente: LA PATRIA
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