Antes de iniciar estas lÃneas, quiero agradecer a Darly Antezana Lara, por promover la investigación de su servidor.
Uno de los hechos más importantes en los últimos dÃas a nivel mundial, sin duda fue la situación jurÃdica del ex presidente del Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva (Lula Da Silva), quien fuera condenado a pasar doce años y un mes de prisión por actos de corrupción durante su mandato presidencial, pero el hecho también fue de importancia por el nuevo rumbo polÃtico que tomará Brasil, en medio de un ambiente pre electoralista. Pero todos nos preguntamos: ¿Fue legal la decisión de condenarlo? Para poder responder esta interrogante, vamos a retrotraernos al inicio de la crisis polÃtica y social en Brasil. El pasado 2016, la democracia brasileña se verÃa afectada por el proceso de impeachment en contra de la por entonces Presidenta Dilma Rousseff, quien fue acusada por lÃderes opositores de estar envuelta en los casos de corrupción y por supuestamente ocultar un déficit fiscal. Brillante fue la astucia para armar un golpe parlamentario y despojar del poder a quién el pueblo habÃa elegido democráticamente, para ser reemplazado por un personaje con mala reputación en todo el paÃs. Calificado como un golpe, la población civil se volteó a las calles, exigiendo la renuncia del flamante presidente Temer y reclamando el respeto a la democracia, principio básico del Estado de Derecho. Desde aquella primera manifestación, realizada en la Av. Paulista, que concentró el descontento popular; poco o nada ha cambiado, la gente aún expresa su molestia contra un hombre que traicionó a su propio pueblo y hoy los ha conducido a profundizar la crisis en su paÃs.
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A partir de ese momento, el proceso contra Lula Da Silva, cobró un "impulso" lo cual aceleró su sentencia. De acuerdo a los antecedentes del caso, Lula Da Silva fue acusado por haber cometido dos delitos: corrupción pasiva por el supuesto de haber recibido por parte del grupo empresarial OAS un departamento triplex del Condominio Solaris, ubicado en la ciudad de Guarujá/SP y lavado de dinero por que Lula Da Silva no habrÃa realizado ninguna transacción para la transferencia de ese inmueble a su nombre. Sobre el primer punto: tomando como referencia la acusación reconocida en la sentencia, asegura que esta propiedad es de Lula Da Silva y de su fallecida esposa, lo cual no se ha comprobado de manera material, primero; porque en Brasil asà como en gran parte de los paÃses del mundo, el propietario debe demostrar su derecho a través de un tÃtulo de propiedad registrada a su nombre en la institución pública correspondiente (entiéndase Derechos Reales en Bolivia) si la persona no posee este registro o no consta en la base de datos de la institución correspondiente, entonces no es propietario y no mantiene obligación sobre la misma, el hecho de compromiso de venta, de obsequio o la visita a la misma no transfiere ese derecho propietario. A esto, debemos acotar que el inmueble mencionado aún se encuentra registrado a nombre de OAS e incluso es parte de una lista de embargo a la empresa. En las entrevistas que se han realizado a vecinos del condominio, aseguran que el departamento es de Lula Da Silva pero nunca nadie lo ha visto a él y tampoco a su esposa por inmediaciones como tampoco habitarlo. ¿Cómo se puede explicar esto? Cuando el medio de comunicación La Vanguardia investigó al respecto, se percató que los vecinos usaban de referencia al medio televisivo Rede Globo, constituido como un gran grupo mediático de la cual Michel Temer es partÃcipe. Sobre el segundo punto: se le acusa de lavado de dinero sin la existencia del dinero y por supuesto sin demostrar siquiera que la propiedad (de la cual no se habrÃan cubierto los gastos de transferencia) esté registrada al patrimonio de Lula Da Silva y de su difunta esposa. Entonces ¿de qué delito podemos hablar? A pesar de la defensa de Lula Da Silva, el Tribunal resolvió condenarlo a doce años y un mes de prisión, asumiendo de esta manera la medida más grave que establece la normativa brasilera, para impedir que Lula Da Silva continúe libre e ingrese a prisión. Al respecto, Agostinho Ramalho Marques Neto, Profesor en la Universidad Federal de Paraná, dijo: no puedo dejar de registrar es la inusitada y sospechosÃsima "coincidencia" de haber sido la sentencia condenatoria de Lula proferida precisamente el dÃa siguiente al que el Senado Federal aprobó la abominable "reforma" laboral que en la práctica abolió los derechos de los trabajadores. Más cuando Lula Da Silva es un Ãcono del sector obrero en Brasil y el candidato favorito para ganar las elecciones de este año. Cómo último recurso, Lula Da Silva interpuso un recurso de Habeas Corpus (Acción de libertad) para poder aguardar en libertad la resolución de la apelación a la sentencia. En medio de una presión polÃtica con Temer, Bolsonaro (segundo en las encuestas para Presidente) y la amenaza militar de "intervención" en caso que Lula Da Silva no fuera llevado a prisión, el Tribunal rechazó el recurso interpuesto, allanando el camino de Lula Da Silva hacia la cárcel.
Por varios años Lula Da Silva fue la voz de los trabajadores, de los campesinos y las personas de color, abrió puertas a la oportunidad de ascendencia social, implementando polÃticas de educación inclusiva y fortaleciendo los sistemas de salud. Pero ahà está el peligro, enfrentarse ante una élite económica fuerte que es capaz de cazar en silencio a todo aquel que sea la voz de los más débiles, son capaces de vulnerar el propio Estado de Derecho (como el caso de Lula Da Silva) o asesinar en plena calle sin importar tu condición de autoridad electa (como el asesinato a la Concejal Marielle Franco, en RÃo de Janeiro). A la élite económica le incomoda ser cuestionada y mucho más la presencia de quienes buscan derechos para sus semejantes, apresaron al hombre pero no las convicciones.
(*) Maestrando en Derecho. Universidad Federal de Uberlandia - Brasil ayzamalex@ufu.br