Domingo 08 de abril de 2018
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Llega el invierno y los paÃses vecinos que compran gas se ponen a hablar de mayores volúmenes, todavÃa dentro de los márgenes fijados en los contratos, porque saben que aquà las cosas están muy mal, para ponerse a llorar.
Dice Hugo del Granado que la producción de gas de este momento es de 54,4 millones m3/d, lo que merece una felicitación, para él, porque pudo penetrar los herméticos sistemas de ocultamiento de datos que aplica la empresa por aquello del proceso de cambio: antes las cifras eran conocidas y ahora ya no.
Pero esa cifra nos pone en aprietos. Si debemos enviar a Brasil 30 millones y a Argentina 21 millones, para Bolivia quedarÃan 3,4 millones, es decir 10 millones menos del actual consumo.
Ahora, ocurre que la Constitución PolÃtica del Estado, que por lo menos en estas cosas habrÃa que obedecer, ya que no se lo hace en temas reelectorales, dispone que la primera prioridad es atender la demanda interna.
Luego vienen las otras prioridades. Brasil está en primer lugar, no por aquello del tamaño de su territorio, sino porque firmó antes que Argentina. Pero mejor no entrar en detalles, porque Argentina podrÃa recordar que es el primer paÃs comprador de hidrocarburos de Bolivia, desde 1924, cuando la Standard le enviaba crudo boliviano sin pagar impuestos ni aranceles, en una operación llena de ramificaciones, incluso bélicas, sino porque el contrato de venta de gas fue firmado en los años 60 por René Barrientos.