Para muchos analistas, no menos políticos y la ciudadanía común, resultaba una incógnita de morboso interés, incomprensible en el sentido de que la poderosa empresa Odebrecht, hubiera saltado, por así decirlo, un mercado muy especial en materia política, como el que se desarrolla en Bolivia, con una serie de alternativas que ponen en el tapete de los intereses comunes a muchos protagonistas de la política elitista y con mayor razón de la criolla, esa que envuelve a moros y cristianos.
Con lo sucedido en el Brasil, se abrió la interrogante, pero se profundizó cuando más políticos, hombres y mujeres aparecieron en los medios de comunicación y en las redes sociales involucrados en "negociados" con la Odebrecht que no se mezquinó a la hora de entregar recursos para apoyar movimientos políticos que más tarde o más temprano, la favorecerían con millonarios contratos. Ese es el asunto.
La astucia de los "manejadores" de toda una estrategia de amplio desarrollo en varios países sudamericanos, se aplicó en función a programas electorales y al cambio de esquemas, no siempre ideológicos, sino más bien de personas y sus ambiciones electoralistas con algunas ventajas sobre eventuales contendores y candidatos más próximos a entronizarse en los sillones presidenciales. Se trata por lo mismo de un aparato mayúsculo manejado por un equipo que estudió las fortalezas y debilidades de los postulantes en la competencia electoral de sus países.
Odebrecht es conocida como un pulpo que extiende sus tentáculos allí donde sacará ganancias a costa de la ambición de algunos jefes de Estado que en la búsqueda de sus triunfos, comprometieron futuros convenios que debían pagar factura después de haber recibido suculentos sobornos que movieron favorablemente ciertos programas electorales que al ser ganadores garantizaban la "obligada" licitación que favorecería a las constructoras del consorcio que apadrinó las campañas.
Varios casos de corrupción en la maraña tejida por Odebrecht, terminaron con juicios o destitución de altas autoridades de Estado en varios países, en el caso del Perú hasta con tres ex presidentes y el último que estando en ejercicio se vio obligado a renunciar. En el Brasil, las cuentas de sobornos son millonarias y se movieron a favor de grandes constructoras bajo influencia de la Odebrecht.
Como respondiendo a esa pregunta del boliviano corriente o del político, surgió una información en la que se menciona en repetidas oportunidades la entrega de "fondos" para realización de obras en algunos proyectos nacionales, aunque sin mencionar directamente a los implicados, pero con datos que revelan los proyectos y los periodos de su realización.
En nuestro país el conocer las denuncias, generó reacciones especiales, por una parte la del Primer Mandatario que desestima cualquier relación de su administración en actos de corrupción y menos con la Odebrecht, instruyendo que se investigue a fondo la situación y para ese cometido pidió a la Asamblea Legislativa se haga cargo del asunto. En ese nivel ya se dispuso la formación de una comisión, aunque en la misma no se incluyeron parlamentarios de oposición, los que por su parte decidieron también una investigación.
Como quiera que retrocedemos en el tiempo, dos ex mandatarios anunciaron por separado que estaban llanos a cualquier investigación de sus gestiones, las de Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez, que aprobaron decretos autorizando contratos con firmas constructoras brasileñas. Ambos ex mandatarios apoyan la investigación para establecer, dónde y cómo la Odebrecht metió la mano en las cuentas bolivianas y en qué proporción.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.