Estética dental

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La evolución histórica de la odontología estética ha seguido una trayectoria similar a la de la cirugía plástica, que en sus comienzos fue considerada como una especialidad de la medicina esnobista y frívola.

Desde los inicios de la historia de la odontología se encuentran cráneos con conchas o bonitas piedras con el objetivo de sustituir los dientes ausentes, ya en esa época se daba una preocupación de la estética dental. En la Edad Media, la preocupación de estética dental tenía un enfoque centrado, en no poseer un perfil protusivo (maxilares superiores excesivamente con orientación hacia adelante) no estaba bien visto, ya que este hecho recordaba al perfil que suele presentar la raza negra.

Se dieron varios cambios en lo que es cánones de estética dental, se puede decir que el mundo del cine y los medios de comunicación han marcado una gran influencia. Esto ha contribuido de forma decisiva para que la sociedad y la población en general, muestre un mayor interés en la estética dental intentado imitar sonrisas famosas, esas que se encargan de establecer lo que es una sonrisa perfecta. Tener en cuenta que hoy en día se muestra una mayor preocupación por la estética en general que es capaz de transmitir la persona.

La sonrisa se debe considerar como una unidad donde el todo es más que la suma de las partes. Los principios de la percepción visual descritos por Lombardi se organizan en varias categorías:

Composición: Es la relación que existe entre los dientes, su color, textura y posición. La dentición natural estética debe estar ordenada en repeticiones de forma, posición y color, percibiendo tanto el lado derecho como el izquierdo como una unidad.

Otro elemento que se debe tener en cuenta en la composición dental es la dominancia: una forma, un color o una inclinación de un diente puede dominar el aspecto global de la sonrisa.

Proporción: La figura humana entera se puede describir en términos de tamaños proporcionales a las distintas partes. Cuando se observa una dentición natural de frente, a pesar de que cada diente individual tiene una forma y un tamaño diferentes, los dientes están relacionados entre sí y, a su vez, con la cara en cierta proporción.