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Sábado 07 de abril de 2018

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Revista Tu Espacio

Así es la Alta Tierra de los Urus

El testigo mudo de la última morada

07 abr 2018

Fuente: LA PATRIA

Por: Dehymar Antezana - Exclusivo para Tu espacio Periodista

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Llanto, desazón, congoja, sentimientos encontrados y una desolación espiritual es la que cualquier ser humano siente cuando tiene la pérdida irreparable de aquel ser querido.

Ese conjunto de frustraciones se convierten en energía negativa que alguien debe absorberlas. Para eso está muy cerca del campo santo, un conjunto de árboles, habitantes de una plaza conocida popularmente como la del Cementerio, mientras que muy pocos citadinos conocen su verdadero nombre y bautizada como la Plaza 9 de Abril.

Ese nombre que hace referencia a una fecha histórica, nos lleva al 9 de abril de 1952, cuando militantes políticos del Movimiento Nacionalista Revolucionario acompañado de las masas laborales, originaron muerte y dolor en el país en pos de consolidar para sus beneficios el poder de la heredad nacional.

En fin, es solo un capítulo de la cíclica historia boliviana. Volviendo a la realidad, nos encontramos en este lugar, situado en la zona Sur de Oruro. Muy concurrida por gente que espera la llegada de cuerpos sin vida prestos a ser amontonados en esas fosas de cemento, debidamente ordenadas, con códigos que son dominio de quienes trabajan en ese sitio.

Gigantescos árboles ven día a día el sufrir del gentío que despide a sus seres a un viaje sin retorno. Al medio de este panorama, está la imagen de Jesús quien con sus brazos señala el camino celestial para quienes tuvieron la fortuna de ser buenos en la Tierra, mientras las palomas señalan mostrar otra ruta, la de la resignación y el pesar.

Aquel mensaje opaco se compensa con la alegría que muestra la naturaleza mediante sus flores y su paisaje verdoso, que afirma que no todo es sombrío.

Bancas distribuidas por doquier, invitan a ver esas escenas de dolor, como también admirar el pintado natural de lo fantasioso y que con el paso del tiempo señala que esa plaza muy pronto dejará de existir para volverse un mercado, con el sembradío de comerciantes que poco a poco se apoderan del lugar.

En fin, pase lo que pase, la Plaza 9 de Abril o la del Cementerio, continuará siendo un testigo mudo de la congoja humana que llevan a sus seres a su última morada.

Fuente: LA PATRIA
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