Las relaciones diplomáticas entre nuestro país y el norteamericano mantienen un distanciamiento especial que sin llegar a un rompimiento concluyente, pues esa sería una instancia inadmisible en materia de vínculos que deben mantenerse en función de mutuos intereses, pero dadas las condiciones especialmente económicas, debe tener relevancia la tarea de recuperar confianza recíproca con un país financieramente fuerte, reconociendo además que pese a las condiciones reinantes, es el principal comprador de nuestras materias primas mineras, indudablemente de interés para su gran industria productiva.
Como se recordará las dos naciones no tienen embajadores desde el año 2008 cuando el mandatario boliviano dispuso la expulsión del embajador estadounidense, Philip Goldberg, lo que obligó a la Casa Blanca disponer similar medida con el embajador boliviano Gustavo Guzmán. Desde entonces, transcurrida una década, en la que las representaciones sólo llegaron a disponer de "encargados de negocios", el último de los representantes del país del Norte que asumió tres meses atrás, Bruce Williamson, está empeñado en cumplir su misión "si es posible, de mejorar las relaciones diplomáticas" con Bolivia, lo que significaría el restablecimiento y designación de embajadores.
Para el actual encargado de negocios, sería fructífera su labor si se mejora la relación económica bilateral, que en este momento es de unos 2 mil millones de dólares y que podría incrementarse con mayores exportaciones e importaciones desde los dos países, atendiendo especialmente la oferta que existe en Bolivia y que no llega a destino por la falta de mecanismos, propios de un regular proceso en las relaciones bilaterales.
El representante del gobierno de Donald Trump en nuestro país, considera que se han producido muchos cambios importantes en nuestro país y que hay varios rubros en los que se pueden activar mejores y positivas relaciones, científicas, culturales y artísticas, coordinando un acercamiento sincero, con un diálogo cordial y sin agravios, lo que se considera muy importante para que poco a poco se pueda "reconstruir el diálogo y las relaciones en sí".
Hay que recordar que uno de los aspectos que marcó diferencias en las relaciones diplomáticas, estuvo vinculado al cultivo de coca en el país, la condición excedentaria en algunos casos y la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, aspectos que no siempre fueron coincidentes en sus resultados, lo que generó fricciones que alteraron las relaciones diplomáticas.
En el tiempo actual, el encargado de negocios con relación al tema de la coca, reveló que "se avanzó con Naciones Unidas en la comparación de metodologías para acortar las diferencias de cifras entre los monitoreos de cocales en suelo boliviano que disminuirán en el futuro".
Según el representante de EE.UU. no será "de la mañana a la noche que se recuperará la confianza mutua", se trata de un trabajo delicado que avanza hacia adelante y no para atrás, considerando que "será clave dar los pasos necesarios para preparar una reunión entre Morales y Trump". El delegado norteamericano aún no se reunió con el canciller boliviano y espera hacerlo en el marco de respeto que corresponde a las buenas intenciones para reponer las embajadas.
En el caso de las políticas de Estado y en la opinión de expertos y analistas políticos es importante alcanzar el restablecimiento diplomático pleno, para recuperar condiciones especialmente económicas, que quiérase o no están perjudicadas desde hace 10 años y no han podido ser reemplazadas y menos sustituidas por otros países, incluyendo Venezuela.
Fuente: LA PATRIA
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