En el Día Mundial de la Educación

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), luego de varias sesiones y de arduo trabajo, en que se dieron varios acuerdos, decidieron celebrar cada 1 de abril el Día Mundial de la Educación, cuya finalidad es dar a conocer los logros y los problemas que la sociedad enfrenta en este tema, sobre todo, en lo que concierne al acceso a la misma de algunos grupos humanos.

Las entidades, arriba mencionadas, en el afán de llegar a los sectores más segregados de la sociedad, optaron por trabajar desde el año 2003 al 2012, bajo el denominativo de la "Década de la Educación Inclusiva".

La Unesco fundamenta su labor en estas premisas y abraza varios objetivos que son compartidos universalmente:

Lograr la educación de calidad para todas y todos y el aprendizaje a lo largo de la vida;

Movilizar el conocimiento científico y las políticas relativas a la ciencia con miras al desarrollo sostenible;

Promover la diversidad cultural, el diálogo intercultural y una cultura de paz;

Construir sociedades del conocimiento integradoras recurriendo a la información y la comunicación.

Seguramente la mayor parte de las naciones del mundo concuerdan con los objetivos de la Unesco, lo sensible, es que no en todos se realizan los esfuerzos, se cuenta con los recursos o se tiene la voluntad para conseguir los mismos, pese a tantos escollos reconocemos que, de una u otra manera, se notan los avances.

Estamos seguros, que una de las mayores aspiraciones de toda sociedad, es lograr mejores frutos en educación, pues, todos los estados, en mayor o menor medida, reconocen para su población el derecho a la educación; sin embargo no en todos se cumple de la misma manera, pues en algunos, al margen de solo proclamar de manera efectiva no dan el impulso correspondiente a este tema.

No creo que exista un país, en este momento, que no tenga entre sus prioridades la educación de sus habitantes, porque todos sabemos que una población más educada contribuye más y mejor a la cultura, realización y progreso de una sociedad.

Una buena educación, supone el esfuerzo conjunto de madres y padres de familia, el Estado, maestras, maestros y la sociedad toda, pues se trata de preparar al ser humano para la vida, en el mejor sentido de la palabra. La misma que deberá traducirse en una mejor visión científica, humana, técnica, mental intelectual para dar al ser humano los instrumentos necesarios para enfrentar el día a día; pero además de estar profundamente comprometido con la ética, la libertad, la democracia y el bien común.

Finalmente para quienes de manera visible o en el anonimato lucharon por la educación en nuestra patria Honor y Gloria! Así mismo, un saludo caluroso y de profundo respeto, a quienes hoy contribuyen en tan noble labor, anhelando que la misma sea un instrumento de verdadera liberación y contribución al engrandecimiento de nuestra amada Bolivia.

(*) Presidenta del IIBY Regional Oruro