Acometiendo la industria minera pesada

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Así denominan los expertos al proceso de industrializar nuestra minería pesada, y en tal propósito, no hay mucho que hablar, pues o se trata del litio que se experimenta en el salar de Uyuni, o la otra alternativa es el hierro que se explotará en la zona oriental del Mutún.

Sólo repasando el tema hay que recordar que han transcurrido más de siete años y sin contar "cartas y espadas", se mencionó una inversión de 300 millones de dólares para que avance el proyecto del salar, aunque con algunos tropiezos, pues claramente algunos de los técnicos que estuvieron a cargo de experimentar con "tecnología propia" reconocieron que no es suficiente cierto entusiasmo si además no se cuenta con el respaldo necesario para que un proyecto tecnológico pueda imponerse, pero demostrando su viabilidad y su aplicación operativa.

Sin embargo, hay una posibilidad de la que todavía no se ha dicho nada oficial, en el sentido de admitirla, probarla y quien sabe adoptarla para las operaciones futuras, considerando que se trata de un proyecto elaborado en laboratorios de la Facultad Nacional de Ingeniería dependiente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), lo que favorecería mucho a la estrategia societaria del proyecto de la industrialización del litio boliviano. Es un proyecto de industria pesada minera.

La importancia del Mutún

Lo del Mutún parece que avanzará de manera definida tras el cumplimiento de algunos trámites operativos, por ejemplo para garantizar la obtención de un crédito de 396 millones de dólares concedido por el Eximbank de China y una contraparte boliviana, que permitirá la construcción de la siderúrgica del Mutún en una provincia del departamento de Santa Cruz, donde se ubica la importante y millonaria reserva de hierro.

Sólo faltaban detalles de forma para hacer viable el movimiento financiero del crédito chino que permitirá el cumplimiento de un convenio contraído entre nuestro gobierno y representantes de la firma china Sinosteel Equipment, para la ejecución del proyecto de diseño final, construcción, puesta en marcha y operación de la planta siderúrgica, que explotará el rico yacimiento de hierro y lo transformará en fierro y acero, materiales que inicialmente deberán cubrir la demanda interna y ampliar su rendimiento posterior para fines competitivos de exportación.

Mientras se cumplen los detalles de formalización de trámites crediticios, se informó que la empresa china comenzó la movilización de personal técnico y se anticipa que también se producirá una dotación de equipo técnico de última factura, para comenzar actividades de construcción de la siderurgia en el Mutún.

Cuando se habla de la futura planta del Mutún, entre los principales beneficios para la región, se consigna la contratación de unos 1.500 empleos directos, lo que se multiplicará más adelante, una vez que funcione la cadena de comercialización y distribución del material fabricado consistente en fierro de construcción de variados usos y lo importante el acero laminado, productos que deben llegar a todos los distritos del país.

Para las autoridades de minería, este hecho puesto en práctica, evitará que alrededor de 400 millones de dólares se gasten fuera del país pagando por los derechos de importación de acero y fierro, lo que se eliminará una vez que el Mutún comience a rendir productivamente.

Gas: Energía vital

En el proceso de avance de la adecuación de la empresa china Sinosteel al campo real de ejecución del proyecto, deberá definirse algo que se considera vital para el funcionamiento de una siderúrgica, es la energía y en este caso producida por miles de metros cúbicos de gas por día (m3/d), que necesariamente ha tenido que contemplarse en el diseño del proyecto.

En el intento fallido de la Jindal, sus técnicos habían previsto que la cantidad suficiente de gas para hacer funcionar los hornos de la siderúrgica deberían asegurarse en por lo menos 6 millones de m3/d, situación que no llegó a ponerse en práctica, pero que es un referente para el nuevo intento, debiendo tomarse en cuenta las disponibilidades que garantice la estatal petrolera (YPFB) a objeto de que no falle el futuro suministro del energético.

Este asunto ha sido puesto en estudio de la petrolera y aunque la misma estaría en condiciones de asegurar un suministro de gas natural en la proporción de 1 (un) millón de m3/día, habrá que conocer la posición de los técnicos chinos sobre el tema que resulta determinante para el proyecto, lo importante, es que se asegure el abastecimiento de gas natural en la cantidad necesaria para la "dimensión" del proyecto, que según algunos analistas, sería más reducido que el diseñado por la Jindal.

De momento el convenio con la empresa china, gracias al financiamiento del Eximbank, también de China y la llegada de profesionales de ese país para delinear sus futuras operaciones, constituye un elemento al que concede bastante importancia la autoridad ministerial del ramo, considerando que después de ocho años de haberse realizado el intento con la Jindal Steel y Power, se replantea el caso y se lo impulsa con un financiamiento de casi 400 millones de dólares.

Lo evidente es que ya transcurrió demasiado tiempo, como no debió suceder en una circunstancia tan especial con uno de los proyectos estratégicos de la nueva minería productiva. Se espera que el actual se cumpla en función a los intereses y expectativas nacionales, como un emprendimiento de la industria pesada minera.

La demanda mundial de acero, la de fierro en la industria de la construcción y el crecimiento de los mercados externos, colocarán al Mutún en abierta competencia con varios países vecinos que todavía están cubriendo nuestras necesidades.

En el caso del oriente boliviano, se trata de un proyecto minero de enorme perspectiva en materia de su desarrollo general, fuentes de empleo, generación de regalías, diversificación de su matriz productiva, lo que amplía su proyección de alto crecimiento, desde el rubro de la gran minería.

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