Loading...
Invitado


Domingo 25 de marzo de 2018

Portada Principal
Cultural El Duende

Diálogo de perros

25 mar 2018

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Hermano de sueños caninos, nunca olvidaré el momento que llegaste a la casa atropellado por un vehículo, conducido por un atrabiliario corredor. Fue entonces que mi amo a diferencia de la mayoría de los hombres te puso cuidadosamente a descansar en la entrada del jardín. Desde mi perrera pude contemplar con miedo y pena tu lastimado cuerpo, sangrabas por la boca, estabas toda herida, tu cuerpo permanecía inerte como si la luz del día hubiera concluido para ti, sin saber por qué, también lo era para mí.

Pero por fortuna, en pocos días te repusiste casi totalmente, de este modo y cuando mi amo se ausentó de la casa pudimos dialogar.

Mi primera sorpresa fue que te hubo colocado un bonito collar, hecho que me produjo un extraño sentimiento, porque no concibo si fue por envidia u otra sensación que no alcanzo a comprender ya que, a mí nunca me puso collar ni nada que significara enclaustramiento.

Ahora que inicio la charla, me pregunto. ¿Se podrá pensar que tu amo te ha dado por muerto y por ello no ha hecho nada por saber de tu destino, ni intentó reclamar en cualquier parte, o quién sabe si tiene también la manera de pensar de cualquier hombre insensible de considerarte solo como un perro más que no significa nada para él.

Pero también he podido apreciar que mi amo intenta convencerme que pertenezcas a la casa, resistiéndote a esta muestra de afecto. Te confieso que sería gran alegrón que recorras estos recintos que te propongas afincarte y hacernos compañía.

¡Ah! Además quiero confesarte que me llamo Venus, por alegre capricho culturalista de mi amo que ha debido recurrir a eso que llaman mitología clásica, y sin afán de causarte sobresalto alguno te confieso que soy epiléptica, más yo, creía que esta enfermedad era de exclusividad humana, pero estoy convencida de que los sufrimientos son idénticos naturalmente salvando las distancias. Mi amo me hizo ver con un veterinario, que se portó magníficamente, al punto que luego del tratamiento que me impuso veo la televisión en un solo color, escucho noticias... pero no puedo evitar que de improviso y por algún factor, siento como violentos choques eléctricos en la cabeza y el resto del cuerpo, luego viene un estertor y total estremecimiento...

Todo dura seguramente breves minutos que ni idea tengo, cuando despierto totalmente inerte y nerviosa, encuentro a mi amo limpiándome la baba que cubre mi boca. Te darás cuenta de lo humanitario que es, si te digo que entre mis dientes mantengo una esponja, que la pone para que no me muerda la lengua... Algo que asombra y enternece al menos eso me ocurre.

Mi corazón... ¡Ah! Mi corazón ni qué decirte... parece una locomotora a toda marcha, o que fuera un atleta, después de una maratón.

Poco a poco viene la calma y me pongo a caminar dentro de la pieza, luego en el jardín, empero la debilidad hace que tropiece con muebles y plantas... ¡Ah! hermano si todo parece una pesadilla y un espectáculo triste a la vez que cómico.

Pero siempre por detrás de mí, cuidándome paso a paso, atendiéndome y brindándome fresca agua está mi amo. Cuando las horas van transcurriendo en lo que parece haber sobrevenido la calma y la paz, luego un nuevo ataque de las mismas características, el hecho es que ello se repite tan constantemente que mi tormento es infinito y no sé cuándo se acabará todo ello. Mi amo me llevó a otros tantoS veterinarios, estoy cansada, pues nada me cura y dudo que algún día sanaré, ese será mi destino.

¡Ah! Pero también tieneS que saber que mi buen amo padece de una enfermedad incurable al menos lo presumo. No sé si has notado que ya no viene tanta visita como antes aunque claro está, que tú no sabías, pero desde ayer no ingresan los médicos ni enfermeras. Reina un silencio que encoge y estremece los nervios.

Hermano mío... nuestra tragedia es tremenda porque mi amo ha muerto, hay mucha gente vestida de negro, coronas de flores frescas que perfuman el ambiente, unos lloran y otros rezan y los más compungidos contemplan la caja negra donde nuestro amo ha entrado al sueño del que no se despierta más. Hermano mío tal vez te diste cuenta antes de este tremendo golpe de la muerte... es tal vez por eso que en este diálogo solo yo hablaba y tú escuchabas en cruel silencio.

Es que nada puedes decirme... ¿No tienes ningún sentimiento ni siquiera de agradecimiento al que te salvó la vida?

El hermano canino habla al fin y dice:

-Si tu amo se fue, pues yo también me voy...

Y sale haciendo equilibrios y tambaleante, perdiéndose en la bruma de la noche sin mañana, de un mañana en que no habrá sol que alumbre el drama.

Ahora me encuentro más sola que nunca, porque he perdido a mi amo en la penumbra y en la nada, escapado mi hermano perro, perdida la esperanza de haber contado con una hermosa compañía, mis sueños se fueron al espacio donde hasta los suspiros no valen nada.

Me espera pues una vida de perro leal hasta después de la muerte.

Alfredo Lara Siles.

Para tus amigos: