Los acontecimientos ocurridos -la semana pasada- en la cárcel de máxima seguridad de Palmasola en Santa Cruz, que cobró la vida de 8 reclusos y más de veinte heridos, ha revelado pormenores de la vida de los privados de libertad en el penal, desde el dominio de internos que ejercÃan el poder, el cobro de dinero por alquiler de lugares para descansar, venta de bebidas alcohólicas, fábrica de alcohol, tenencia de armas blancas y de fuego, circulación de droga, etc.
En la mayorÃa de las cárceles de Bolivia los internos se encuentran mezclados por diferentes delitos que cometieron entre ellos: estafa, asesinato, narcotráfico, violación, feminicidio, infanticidio, robo, etc. entre ellos peligrosos, reincidentes, los que no son clasificados según el tipo de delito y ubicados en diferentes celdas espacios o compartimientos que deberÃa ser lo correcto de modo de evitar la proliferación de comportamientos violentos impulsivos y asociaciones delincuenciales, que puedan generar malestar inseguridad y violencia dentro los penales.
En los centros penitenciarios de Bolivia existen aproximadamente 18.000 detenidos, de estos el 80%, 14.400 se encuentran con detención preventiva, resolución momentánea empleada con frecuencia por jueces, lo que está ocasionando una convulsión y hacinamiento carcelario que es una realidad que azota hoy, más que nunca, a los sistemas carcelarios latinoamericanos, de los cuales Bolivia no es la excepción.
Una triste realidad que se vive en las cárceles es que la mayorÃa de los internos son padres y madres de familia y deben cubrir algunos gastos de los hijos, por lo que es necesario implantar pequeñas o medianas industrias de muebles, mecánica, panaderÃa, textiles, artesanÃa, etc., los que para tener su propia autonomÃa de gestión deberÃan hacer que el Estado y sus diferentes reparticiones consuman, adquieran y se adjudiquen esos trabajos, asà lograr un ingreso para los internos e incrementar el pre diario que es muy bajo.
La vigencia y aplicación de los derechos humanos en las cárceles del mundo entero en una mayorÃa no se respetaron y es bueno tomar en cuenta que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Los derechos humanos derivan de la dignidad, inherente a la persona. Toda persona sometida a cualquier forma de detención o prisión será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad. Nadie será sometido a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, sin excepciones.
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