A ese gran emprendimiento y con el transcurrir del tiempo, se sumaron, entusiastamente y mucho empuje, Don Enrique Miralles Bonnecarrere y Don Cristóbal Molina RodrÃguez. Transcurrido el tiempo, quedando solo don Enrique como propietario de LA PATRIA, se suma su hijo Marcelo Miralles Bová, que, al devenir el tiempo, queda al mando de la empresa periodÃstica, que ya alcanzó el denominativo de Subdecano de la Prensa Nacional.
Con muchas y brillantes ideas, el joven empresario, comienza a diseñar un trabajo de modernización del medio de comunicación, realizando esfuerzos económicos, inicia esa difÃcil tarea, comprando equipos modernos y sofisticados, para mejorar la impresión del matutino, dejando para el "Archivo Histórico" de Oruro, la legendaria prensa rotoplana, que ha cumplido su vida útil y continuaba prestando servicios, en manos de antiguos y meritorios prensistas, como eran los hermanos Herrera. Los equipos modernos, que ya habÃan llegado, fueron montados en ambientes de la misma empresa, donde comienzan a producir ejemplares a colores, que merecieron la aceptación de la ciudadanÃa orureña, que enalteció el emprendimiento del joven empresario. LA PATRIA moderna y actualizada en su impresión, continúa en la competencia.
ABANDERADO
La propia biografÃa de Don Marcelo Miralles, lo revela como persona de gran empuje y Abanderado de la incansable lucha de la Libertad de Expresión, cuando afirmaba sin temor alguno y hasta exponiendo su seguridad personal y la de su familia, que jamás desmayarÃa en lograr la libertad del pueblo oprimido y la prensa amordazada a intereses polÃticos ajenos a nuestra realidad. Estos postulados, los heredó de su señor Padre, el Patricio orureño, Don Enrique Miralles Bonnecarrere.
No pocos se sorprendieron sobre esa fugaz presencia de los valientes periodistas de LA PATRIA, con su Director al centro, marchaban cantando: "Los muchachos de LA PATRIA, no se dejan embaucar, y al ministro de Gobierno, se lo mandan a guardarÂ?Â?Salud, salud, que vamos a beberÂ?Salud, salud, que vamos a chuparÂ?Alcen sus copas, copas de licor, que nos vamos a embriagarÂ?Si nos mandan al destierro, no nos vamos a quejarÂ?Con la frente bien altiva, todos vamos a marcharÂ?Salud, salud, que vamos a beber...Salud, salud, que vamos a chuparÂ?Alcen sus copas, copas de licor, que nos vamos a embriagar...".
La sorpresiva y fugaz aparición de los "muchachos de LA PATRIA" causó muchos comentarios, que se han generado durante varios dÃas, la generalidad de la ciudadanÃa, apoyaba la valiente actitud del Director del matutino orureño, por haber encontrado un nuevo estilo de expresar públicamente, la bronca y el rechazo a las maniobras, la mordaza, los intentos de acallar los medios de comunicación social: prensa, radio y televisión, por los gobiernos de turno.
Publicar la información veraz y objetiva, bien documentada y respaldada gráficamente, era una de las mayores satisfacciones que tenÃa Don Marcelo, por ello, no retaceaba su descanso, ni sueño, ni su alimentación, cuando se trataba de realizar viajes al interior de las provincias y departamentos del paÃs, en busca de la información. "Tenemos que ser los primeros en informar al paÃs", comentaba durante los incasables viajes, entre ellos, uno muy singular, el efectuado a poblaciones del Norte de PotosÃ: UncÃa, Capacirca y Amayapampa.
Pasó un año de tan doloroso suceso, que ha dejado un vacÃo en la sociedad orureña; ya no está presente el valiente y osado Director de LA PATRIA, Marcelo Miralles Bová, que ha desafiado a los gobernantes de turno, a deponer su odio contra el pueblo boliviano y gobernar con justicia social. Gritó por que respeten la Libertad de Expresión, que con mentiras y malicia los gobernantes de turno, pretenden condenar a los periodistas y la prensa en general, práctica siniestra de los gobiernos de turno, por ocultar su incapacidad y el daño que infligen al pueblo, sin importarles el gran dolor que causan.
A ULTRANZA
La defensa de la Libertad de Expresión, ahora está en manos de los descendientes de los Hombres Ilustres que han partido a la Eternidad, los hijos: Marcelo y Ximena, por cuyas venas corre la sangre de quienes, otrora, eran los abanderados de las luchas de respeto y consideración de los derechos del pueblo.
Una lucha a ultranza, permitirá al pueblo boliviano, a vivir en paz y tranquilidad, legado que dejaron Don Enrique y Don Marcelo Miralles, a la nueva generación de responsables de LA PATRIA.
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