Futura minería depende de su presente

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No es ninguna exageración, la coincidencia de entendidos en materia minera, con la que tienen los trabajadores y por supuesto las autoridades de la minería nacional, al reconocer que en más de tres años no se ha registrado ni un solo proyecto nuevo minero de envergadura que pueda considerarse un avance en la perspectiva del sector, anquilosada por mucha palabrería, anuncios de múltiples inversiones y poco desarrollo operativo y concreto de nuevos proyectos.

Con muy contadas excepciones, algunos de los distritos "tradicionales" han superado condiciones adversas y se mantienen todavía en la línea productiva, aunque innegablemente se establece que están disminuyendo las reservas y es necesario diversificar la búsqueda de nuevas alternativas para que sigan siendo sostén de la minería estatal, hasta cuando otros yacimientos sean considerados relevantes y garantizadamente productivos.

Se han hecho algunos intentos para encarar trabajos de exploración, sin embargo no han prosperado en la medida deseada porque los recursos disponibles son insuficientes y la falta de reglamento en la Ley Minera 535 del año 2014, obstruye la gestión financiera de algunas instituciones en el momento de exigir y obtener la suficiente dotación de medios para concretar de principio a fin, los proyectos de prospección y exploración, que ahora comienzan y no avanzan.

ENTRE PROYECTOS, HUANUNI

Relacionando lo que se hizo y se hace en la minería estatal, no se puede excluir del tratamiento de proyectos, por ejemplo el tema del Ingenio Lucianita en Huanuni y construido para responder a una innegable necesidad de aumentar el rendimiento de la empresa con mayor volumen de concentrados, lo que no sucede en más de tres años de tener un ingenio "terminado", pero no probado debido a una impericia técnica que lamentablemente no denunciaron los responsables en la dirección y control del proyecto, como también los ejecutores, al no definir como prioridad técnica la provisión de suficiente agua para el ingenio, algo que sólo puede darse en nuestra controvertida política minera, en la que además no se ha hecho nada en absoluto para establecer responsabilidades y sanciones para los culpables del incalificable perjuicio a la Empresa Huanuni y la minería nacional.

Menos mal que los más recientes informes de Huanuni, señalan que para el mes de abril se anticipa el inicio de operaciones del ingenio Lucianita, toda vez que han sido eliminados los problemas y sustituidas las falencias, para dar paso al cumplimiento del proyecto de elevar la producción de Huanuni a 3.000 toneladas diarias de concentrados, claro que ese nivel se logrará tras un año de operaciones y aumentando paulatinamente la carga de concentrados al moderno ingenio, que inicialmente deberá recibir una carga extra de 750 toneladas, gradualmente se elevará a 1.500 toneladas, hasta llegar en un año a la cantidad óptima de 3.000 toneladas diarias de concentrados de estaño, lo que significará a la EMH, obtener utilidades anuales alrededor de 30 millones de dólares.

Este hecho en su más reciente estado de avance, muestra que la minería estatal y sus yacimientos tradicionales aún permiten avizorar posibilidades de rendimiento efectivo, frente a la ineficiencia en el cumplimiento de identificar y habilitar nuevos yacimientos mineros.

COLQUIRI

En Colquiri, la mina ubicada en jurisdicción paceña, la figura tiene otras connotaciones aunque finalmente la dirección de su rendimiento también tiene el mismo destino de favorecer las arcas del Estado y el presupuesto del municipio al que corresponde y se beneficia de las regalías mineras.

La Empresa Minera Colquiri (EMC) desde su nacionalización en 2012, ha registrado utilidades, pero sobresale la gestión del año pasado cuando logró como ganancia 22.20 millones de dólares, un 34 por ciento más que el año 2016. Con las seguridades de ese rendimiento, ejecutivos de la empresa plantearon la necesidad de mejorar su ingenio, de modo que una nueva planta procesadora de concentrados de estaño y zinc, aumente su rendimiento y naturalmente sus utilidades.

El Gobierno, respondiendo al interés de incrementar la producción de la EMC, ha facilitado la emisión de una convocatoria internacional, invitando a empresas interesadas en la construcción del nuevo ingenio, habiéndose postulado una veintena de empresas de las cuales una será elegida para que en dos años pueda instalar la nueva planta que procesará 2.000 toneladas finas de concentrados diariamente. Este proyecto está en marcha y es otro que impulsa todavía a la minería tradicional boliviana.

METALÃ?RGICA DE VINTO

Entre recientes informaciones de la metalúrgica de Vinto, se da cuenta de la comercialización de 12.692,5 toneladas métricas finas (TMF) de estaño, cantidad por la que facturó la pasada gestión 255 millones de dólares, lo que significó un 9,4 por ciento más que el año 2016, cuando el ingreso de la fundición sumó 233 millones de dólares.

Un hecho relevante es que la cuenta pendiente por el horno Ausmelt se cancelará el próximo mes de abril con lo que la Empresa Metalúrgica de Vinto (EMV) habrá cubierto por sí misma la cuenta de un fideicomiso procedente del Gobierno central, para encarar el proyecto del horno Ausmelt, que actualmente permite incrementar la producción de estaño metálico de alta calidad. En cuanto a otras deudas, persisten las que deben pagarse a Colquiri y Huanuni por la provisión de concentrados, las que bordeaban los 50 millones de dólares de los que ya se pagaron más de 32 millones.

El presente de la minería y metalurgia estatal se considera estable, pero se deben aplicar nuevos planes para consolidar emprendimientos de alto rendimiento en yacimientos renovados. El futuro de la minería está en manos de autoridades emprendedoras, partiendo de una urgente reestructuración de sus organismos operativos.

Medios. Agencia Uru, PM.