Un valle cruceño

No me canso de repetir y de gritar a los cuatro vientos: Bolivia, es un suelo privilegiado en cuanto a regiones geográficas y manifestaciones culturales.

Lastimosamente, debido a la extensión y distancias, además de otros factores, llegamos a conocer una ínfima parte de las riquezas que tenemos en el país.

A través de libros, revistas, periódicos, documentales, música, gente, facilitada en gran parte por la tecnología de hoy; podemos sentir como nunca antes, en el fondo del corazón a nuestra Bolivia profunda.

En esta oportunidad, compartiré con ustedes datos de una provincia cruceña; que, junto a otras dos constituyen los valles cruceños. La información será "A vuelo de pájaro"; pues, difícil abarcar en un artículo la geografía, historia, cultura. Se trata de la ciudad de Comarapa, capital de la provincia Manuel María Caballero.

El primer pensamiento que tuve fue: Su gente, rescatar de su propia voz y vivencias, la vida en este rinconcito del país.

Con tres hijas de este matrimonio, profesionales radicadas en Santa Cruz de la Sierra, mantuve una conversación, producto de la cual les presento la información recogida.

"No da lo que no se siembra" es un dicho que habla de la fertilidad de sus tierras. Por lo tanto, la principal actividad es la agricultura, y el movimiento que genera la misma. Sin embargo, la producción que se lleva a cabo es en pequeña escala, puesto que se trata de pequeños y medianos productores.

Los principales productos que llegan especialmente a los mercados de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y Sucre, son: variedad de hortalizas y verduras que se puedan imaginar. En los últimos años la producción de frutilla, ocupa el primer lugar; habiendo desplazado a los tradicionales como la papa y tomate. La gobernación cruceña ha declarado a Comarapa "Capital de la Frutilla".

Si bien el clima predominante es templado, existen lugares donde hace calor como Saipina, Chilón, Monte Grande, característicos por los cultivos de caña de azúcar. Son típicas las moliendas donde se fabrica "chancaca", destinada a la fabricación de la famosa chicha cochabambina. Algunos productores están cultivando vid.

En cuanto a frutas, además de las nombradas, hay una exquisita variedad, dependiendo de la altura y temperatura: sandía, manga, papaya, melón, chirimoya, pacay, durazno, manzana, tuna.

Cereales como maíz y trigo, también producen. La floricultura está dando sus primeros pininos.

El trabajo agrícola, pese al ahínco que le ponen los productores se lleva a cabo con muchas dificultades. En primer lugar, una vez cosechados los productos después de muchos sacrificios, no llegan directamente a los consumidores; queda en manos de intermediarios quienes no pagan el precio justo, ni invierten capital en todo el proceso que significa producir; por lo tanto desconocen cuánto se gasta en maquinaria, herramientas, fertilizantes, mano de obra, ni saben lo que se sufre si hay crecida de ríos, sequías, "heladas" en las zonas altas, caminos anegados cuando llueve mucho, falta de riego artificial, etc. Por lo cual se constituyen en el sector más privilegiado de la cadena agrícola.

Por otra parte, también están los pequeños productores ganaderos que abastecen a la región en especial, con carne vacuna, leche y queso. El nutritivo líquido blanquecino llega a la niñez comarapeña a través del desayuno escolar. Un derivado lácteo es la "kj´acha", base de un típico plato regional del mismo nombre. Se sirve asada, acompañada con papa, salsa de tomate y cebolla, además de "ulupica", o cualquier otra variedad de picante que tanto gusta en la gastronomía boliviana. Otro plato típico es el "freído",que, en otras palabras es el "asau colorau" vallegrandino. También existe el "chorizo", que no es el embutido que se están imaginando. La carne de cerdo preparada no se la embute, se la sirve el un revuelta con huevos, cebolla verde.

En el campo de la educación, no se puede pasar por alto el aporte de los hermanos religiosos de la Congregación Marista, de gran influencia para el bien de la niñez y juventud comarapeñas.

Gracias a la ayuda de familias alemanas, existe desde un kindergarten de primera, hasta un alberge de ancianos.

El profesor Edgar Lora Gumiel, conocido por ser autor de textos de lenguaje y literatura que circulan a nivel nacional es oriundo de Comarapa, terruño al cual regresó, y que en cierta oportunidad, de un homenaje que se le hacía en la capital cruceña manifestó: "Voy a tener que volver al nido que dejé con mucha ilusión".

Otro destacado personaje es el Dr. Joel Villegas Rojas, abogado, historiador y escritor de poesías y cuentos costumbristas. A su vez fue docente en el colegio secundario "Gabriel René Moreno" de su ciudad, llegando a ocupar cargos cívicos y administrativos. La gobernación cruceña llegó a distinguirlo como personaje destacado del departamento.

Los dejo con el siguiente refrán: "Para muestra basta un botón".

(*) Profesora jubilada