Código deontológico profesional en la Policía Nacional

El término deontología profesional, hace referencia al conjunto de principios y reglas éticas que regulan y guían una actividad profesional. Estas normas determinan los deberes mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su función. La deontología policial moderna debe integrarse a la cultura policial contemporánea, promoviendo y exigiendo incluso el desarrollo de una gestión eficaz, transparente, respetuosa de los derechos y dignidad de las personas y sometida al escrutinio público.

La comprensión y práctica de las palabras: ética y deontología, marcan el horizonte para alcanzar la utopía de transformar la crisis de valores en la Policía Boliviana del Estado Plurinacional. No es extraño, entonces, concluir que nos encontramos en una etapa en que las policías asumen nuevos componentes en sus paradigmas de gestión, que debiesen derivar en cambios importantes en las prácticas policiales cotidianas, contribuyendo a la legitimidad y al capital social de la policía.

El servicio de seguridad pública, es una profesión que repercute inmediatamente en la sociedad, por eso requiere que la conducta individual policial, tenga una resonancia positiva; que el comportamiento policial tiene más responsabilidad ética y moral que la de cualquier ciudadano.

"El Policía es profesional, porque tiene encomendada una misión especial que cumplir: dar la vida si es necesario en aras de la paz social y de la justicia; es profesional porque está puesto al servicio de los demás, actuando con carácter público y comprometido jurídicamente ante aquellos a quienes sirve". Nuestro uniforme verde olivo representa el atuendo magistral que exterioriza el ser, el deber ser y el saber hacer, promoviendo los principios, valores, virtudes morales y éticos de igualdad, libertad, justicia, solidaridad, tolerancia, respeto, participación, disposición al diálogo, paz, respeto a la diversidad cultural, etc.

El Código Deontológico Profesional Policial, se constituiría en el instrumento teórico policial, que materialice esa fuerza interior que supera todos los obstáculos que aparezcan; que nos impulsa hacia delante con mayor pujanza, para lograr los objetivos de nuestra causa; que nos mantiene inconformes porque día a día aspiramos a algo mejor; que nos permite ser severos para juzgar nuestras deficiencias y enmendarlas; que nos afianza minuto a minuto la convicción de que estamos en lo cierto y que hacia lo cierto debemos conducir a quienes dudan o desconocen la excelencia de nuestra verdad; que nos infunde la conciencia del deber; que nos conduce plenos de satisfacción al lado de quienes requieren de nuestros servicios; que nos compensa por sí misma todos nuestros sacrificios y nos ilumina todos los senderos; esa voz interior que nos llama a donde se nos necesita; que marca siempre el lindero entre el bien y el mal; que nos hace sinceros y honestos.

Los principios fundamentales de ética pública y humana nos alertan ante el peligro y nos mantiene vivos en la mente y en el corazón; que nos señala el derrotero de la equidad y del equilibrio social; esa es la esencia que requerimos mantener latente, todos los que tenemos el orgullo de pertenecer a la Policía Boliviana.

(*) Cnl. DESP., Docente de la Unipol