La mujer es homenajeada cuando se recuerda el "Día Internacional de la Mujer", pero continúa siendo excluida por la sociedad machista, que no respeta sus derechos elementales. Los hombres no dejan participar a las mujeres en las reuniones sociales, sindicales, juntas vecinales, en centros laborales, en la actividad política. Para las elecciones generales los partidos estarán buscando líderes mujeres para formar el parlamento.
Se han aprobado muchas leyes a favor de la mujer, de la madre, del respeto a los adolescentes, niñas, niños, pero para su cumplimiento, primero debe trabajarse en la familia, en la educación, universidad, empresas públicas, privadas, en el ejército, policía, en las comunidades indígenas. Todavía quedan mujeres esclavizadas por sus maridos, que no les permiten su libertad.
La mujer es la base, donde se asienta la familia, ella tiene mucha paciencia para mantener una familia unida, que no ocurre con los hombres. La mujer es el eje principal de la familia, ella fomenta valores positivos, culturales, morales, sociales, para disminuir este mundo de violencia social. Los mayores conflictos sociales, violencia, delincuencia, drogadicción, es producto del maltrato psicológico y físico de la mujer, feminicidio, provocando, la destrucción de la familia, abandono de los hijos, hijas, de parte de los padres, dejando sin afecto emocional.
Tenemos en la sociedad, mujeres que son madres con sus hijos, abandonadas por sus maridos, por diferentes motivos, los niños, niñas desamparados, formándose sin el afecto paternal, que incidirá negativamente en su vida emocional, sentimientos, hábitos, que difícilmente serán llenados por otras personas, podrán recibir dinero, ropa, alimentación de sus padres, desde la distancia, pero ya no tendrán lo más importante, el cariño de padre. Se conoce a mujeres viudas, que sus maridos han fallecido, quedando huérfanos sus hijos, ellas han sabido sacrificarse, traer el pan, vestimenta y educación.
A las mujeres difícilmente les permiten asumir roles de autoridades, hay desconfianza de parte de los varones, los administradores de las empresas públicas y privadas siempre han sido los hombres, no se les permite trabajar, piensan que no tienen experiencia, que no pueden desenvolverse eficientemente, con la actitud machista no dan oportunidad a las mujeres. Muchas profesionales mujeres no pueden encontrar trabajo estable, digno, debido a su condición de mujer. No hay ascenso jerárquico en la administración pública, en educación siguen fomentando el machismo teniendo colegios de varones.
En Bolivia, no tenemos líderes mujeres, por la colonización patriarcal, siempre han estado excluidas, en el ámbito social, económica, política, ejercer en las funciones públicas. En la universidad continúa el machismo en la docencia universitaria, en los estudiantes, considerándoles incapaces para el estudio universitario. Hoy ya están rompiendo esos tabúes.
A muchas compañeras, ya se las va observando en roles administrativos en diferentes empresas públicas y privadas, ya están en cargos jerárquicos, son maestras, docentes universitarias, son directoras de unidades educativas, ejerciendo cargos en diferentes instituciones. Muchas compañeras mujeres están en el parlamento, con dificultades pero están como diputadas, senadoras, debatiendo con los varones sobre diferentes problemas que aquejan a la población, convirtiéndose en líderes departamentales y nacionales para llegar a ser gobernantes. Destacar a las mujeres campesinas, que trabajan en las faenas agrícolas, cuidando el ganado, labores domésticas, muy sacrificadas, produciendo alimentos para la población, también están estudiando en diferentes centros de profesionalización.
Las mujeres quieren lograr conquistas en sus derechos civiles, políticos, sociales y económicos. Para tener estabilidad social, paz, evitando toda forma de violencia y discriminación, es respetar los derechos de la mujer. Derechos a participar en el sufragio, derecho a tener educación y salud, derechos al trabajo con buena remuneración, derecho a ocupar cargos públicos.
Producto de las políticas educativas, relacionado con la dependencia económica, se ha convertido a las mujeres pasivas de toda actividad que hace el hombre, simples espectadoras. Si queremos tener líderes mujeres, es necesario salir de la vida doméstica, conservadora, participar en toda actividad que realiza el hombre, participar en todas las reuniones sociales, asambleas, en los sindicatos, en la actividad política y económica, ya sea en momentos difíciles o tranquilas, de la vida cotidiana de las personas, ser parte activa de los acontecimientos sociales.
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