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Domingo 11 de marzo de 2018

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Revista Dominical

Las mujeres barrenderas son mujeres batalladoras

11 mar 2018

Fuente: LA PATRIA

Por: Ovidio Edwin Cayoja Calizaya - Periodista

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Haga frío, calor, lluvia, viento; ellas siempre están ahí firmes, luchando por dejar las calles más limpias, son las mujeres que trabajan en la Empresa Municipal de Aseo Oruro (EMAO), caminando por las calles junto a sus particulares carros recolectores, escobas y otros implementos que usan para dar dura batalla a la basura que se genera en las arterias de la ciudad, son mujeres realmente dignas de destacar.

El reciente 8 de marzo se celebró el día Internacional de la Mujer Trabajadora, conmemorando el hecho suscitado a la huelga instaurada en 1908 por 15 mil mujeres estadounidenses socialistas, que marcharon en los estados de Chicago y Nueva York, exigiendo el derecho al voto, la reducción de las horas de trabajo y una mejora salarial acorde a la labor que cumplían, a esto se suman otros sucesos que ocurrieron años posteriores como la muerte de 145 mujeres en una fábrica textil y otras sublevaciones.

En 1911 el congreso internacional socialista de mujeres, celebrado en Copenhague-Dinamarca, determinó celebrar cada 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, fecha que sería institucionalizada desde ese año.

Por estos antecedentes es que en esta oportunidad queremos mostrarles la vivencia de mujeres que también hacen su lucha diaria por generar ingresos para sus familias, además de cumplir una labor fundamental y muy pocas veces reconocida como es la de limpiar las calles de la ciudad.

LAS TRABAJADORAS

Cada día desde las ocho de la mañana, las mujeres barredoras llegan hasta las oficinas centrales de EMAO para recoger sus implementos de trabajo y escoba en mano "sacar la mugre" de las calles y tratar de mostrar un aspecto más estético de la ciudad orureña.

Son alrededor de 14 mujeres que trabajan en el turno diurno y alrededor de 67 que se arriesgan desde las 21:00 horas hasta el amanecer para afrontar las arterias solitarias combatiendo contra la inseguridad y los peligros habituales que se dan por el horario en que trabajan.

Representan casi el 40 % de la fuerza obrera de la empresa de limpieza que trabaja por unas calles más limpias, pero que muchas veces son incomprendidas en su labor, pues al margen de los peligros habituales mencionados con anterioridad, también tienen que lidiar con insultos de parte de malos conductores, la mala conducta de algunos vecinos que aprovechan la presencia de estas personas para botar sus bolsas de basura a los tachos cuando en realidad esa no es su función, o simplemente pelear contra las inclemencias del tiempo, que hacen más difícil su labor.

TESTIMONIOS

Una de las integrantes de la directiva actual del Sindicato de Trabajadores de EMAO y representante de la parte femenina de esta empresa, Elizabeth Mamani Arias, con 11 años de trabajo, señala que esta es una de las labores más incomprendidas y poco reconocidas por parte de la sociedad, pues se trata de luchar de forma quijotesca contra un problema que en algunas ciudades se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza y que es de nunca acabar, la basura.

Señaló que ingresó a esta fuente de trabajo gracias a un dirigente de barrio que le colaboró y que al principio no podía acomodarse a las exigencias de tan delicada labor, señaló que la complejidad pasa en principio por los factores climáticos, ya que se tiene que lidiar con días de abrasador calor o con jornadas en que la lluvias se apoderan de las calles, o en último caso con los vientos helados que congelan la piel.

Pero ese no es el único problema, también se tiene la dificultad de caminar por la calzada y estar expuestas a la imprudencia de algún conductor que no se fija en ellas y les provoca algún accidente.

"Barrer es difícil, quizá la gente diga que no, pero la realidad es otra, cuando estamos barriendo los coches nos tocan la bocina, no nos quieren dar paso o tenemos algunos accidentes, incluso los vecinos con el pretexto de que pagan ponen sus bolsas en los tachos que manejamos y no podemos hacer nada, sólo resignarnos", indicó.

Elizabeth mencionó que tuvo que ver cómo sus compañeras fueron víctimas de la imprudencia de conductores que en su mayoría huyeron sin brindar su ayuda y que esta situación se complica en horas de la noche, cuando la soledad de las calles va acompañada de la inseguridad a la que se tienen que enfrentar las mujeres barrenderas, todo por que al día siguiente uno pueda ver las calles sin basura.

Con 23 años de trabajo, Francisca Gutiérrez aún recuerda que de joven vendía algunos productos de la canasta familiar como la papa, pero al no irle bien en el negocio decidió ir en busca de trabajo en diferentes rubros, sin éxito, de ahí logro ingresar a EMAO pero le costó acostumbrarse a trabajar, pues tiene que levantarse desde temprano para dejar el desayuno y el almuerzo listo para sus tres hijos.

Indicó que cuando una trabaja en las calles está expuesta a todo tipo de clima y por ende todo tipo de enfermedades, ya que se está recogiendo residuos que pueden complicar su estado de salud, señaló que entre esos males están los dolores de nervios y huesos, la artritis y el reumatismo, los resfríos, entre otros.

El director de EMAO, Nicanor Laura, destacó la labor de estas féminas que exponen incluso sus vidas en algunas ocasiones para dejar un poco más limpia la ciudad y la única ayuda que piden es que la población también colabore con esta labor, no limpiando, sólo tratando de ensuciar menos y utilizar de forma correcta los papeleros, esperar al carro recolector y sobre todo evitar dejar residuos en las calles.

Las mujeres barrenderas siempre estarán ahí solitarias y en el anonimato tratando de luchar contra el monstruo de la basura.

Fuente: LA PATRIA
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