Carnaval y cuentas claras

Cada año los orureños repetimos la misma historia y por raro que parezca, lo cierto es que no encontramos respuestas concretas para saber, si Oruro, gana y cuánto o directamente pierde y cuánto, en Carnavales. Pasa el ajetreo del fabuloso espectáculo, porque de eso no hay dudas, pero salta de inmediato la interrogante sobre los resultados del último Carnaval y en el caso presente, hay quienes consideran que más de 15 días es suficiente para esa estimación.

Como en años anteriores, en el presente no se consignan variaciones sustanciales en materia de inversiones, pues la ruta de Carnaval no ha variado, no hay estructuras nuevas en las que se haya gastado, de ahí que los gastos municipales previos a la fiesta, incluyendo mejoramiento de iluminación pública y de algunas calles del escenario "tradicional", no hay nada nuevo que modifique sustancialmente el presupuesto de gastos.

Según los entendidos se trata de cuentas aplicadas de modo similar cada año, con la variante de valores según las circunstancias, por lo mismo de fácil manejo para su aplicación en un detallado informe. La Alcaldía hace inversiones previas y las recupera luego, pero restando diferencias debe quedar un presupuesto que generalmente es el que se desconoce en su justa dimensión, para establecer si como dice mucha gente, el Carnaval de Oruro, "es un millonario negocio".

El Carnaval de Oruro, Obra Maetra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, según algunos datos, genera el movimiento de unas 400 mil personas, entre visitantes nacionales e internacionales, incluyendo a devotos que llegan de diferentes lugares para cumplir su promesa con la Virgen del Socavón. Se suma un enorme contingente de comerciantes de todo tipo que aprovecha la ocasión para obtener algunas ganancias.

En realidad tres días principales del Carnaval, producen un inusitado movimiento que obliga a ciertos cuidados especiales, que se traducen en inversiones temporales y futuras utilidades, de las que en sumatoria general, debe establecerse un detalle que muestre la realidad económica de un proceso especial que mueve por otra parte, importantes inversiones de miles de danzantes, y como es natural la benevolencia del orureño, los gastos familiares que se incrementan en la festividad devocional y tradicional.

El último Carnaval ha sido sacudido por lamentables hechos, pérdida de vidas, muchos heridos y una prolongada investigación que no termina. Como remate, una injuriosa actitud de una pintora lastimando la imagen de la Virgen y los sentimientos más profundos de los creyentes.

Las circunstancias negativas que se mencionan, en todo caso no alteran el movimiento económico general del último Carnaval, por lo que se esperan los informes de la Alcaldía y de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, pues la Gobernación informó sobre utilidades logradas por la venta de asientos en la galería de su edificio. Pasó el Carnaval y es tiempo de cuentas claras.

Fuente: LA PATRIA