Loading...
Invitado


Domingo 25 de febrero de 2018

Portada Principal
Cultural El Duende

Herencias de la literatura boliviana

25 feb 2018

Líricas (1908) � Celestino López Martínez

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Expresada mi opinión y dado mi modo de pensar respecto a la crítica literaria, coloco a Peñaranda entre los modernos cultores del Arte que, según el acertado decir de Amado Nervo, "ven por dentro, los que se asoman al alma íntima, arcana, misteriosa de las cosas mismas".

Entre esa hermosa pléyade capitaneada por los grandes latinoamericanos Darío, Gómez Carrillo, Silva, Lugones, Casal, Nervo, Chocano, Jaimes Freyre y otros; por los españoles Valle Inclán, los Machado, Martínez Sierra, Villaespesa, Benavente y muchos más; pléyade que reconoce la paternidad de los franceses Verlaine, Mallarmé, Moréas, Regnier y otros que citan los críticos modernos al tratar de la influencia francesa en las letras latinoamericanas.

En Bolivia, donde la Literatura Nacional no se acusa aún con caracteres sobresalientes, va surgiendo, empero, un grupo de soñadores que se alistan en las filas de los grandes revolucionarios que han dado nuevo giro a las letras, bajo los esplendores de una bien entendida libertad; son ellos: Peñaranda, Chirveches, Alarcón, Finot, Arguedas Vaca Chávez y otros más que hacen presagiar la formación latente de una literatura patria.

Alegra el corazón leer composiciones de autores nacionales, y sobre todo de jóvenes que son iguales y aun superiores a las que figuran en Antologías editadas en América, antologías en las que generalmente se excluyen los nombres bolivianos.

Pienso yo que Bolivia no ha sido extraña al movimiento literario que tras las tendencias Románticas, Parnasianas y Neoclásicas ha sido motejada con el nombre de decadente, luego con el de "Modernista".

Lo prueban los libros "Celeste" de Chirveches, "Pupilas y cabelleras" de Alarcón, las muchas composiciones de Finot, Vaca Chávez etc. y, por último, "Líricas" de Peñaranda que registra composiciones dignas de ser firmadas por los creadores de la nueva tendencia o modalidad literaria.

Abrid la página 67 y leed Peregrinando y confesad conmigo que ese poema no está lejos de las mejores composiciones de Lugones; Medioeval, de factura delicada. Os hará recordar las perlas poéticas de Manuel Machado, del gran Machado que, según la opinión de Unamuno:

"Consigue no pocas veces dejar de ser el hombre que es en la vida ordinaria para convertirse en una cosa alada y sagrada".

En pocas palabras, "Ternezas", "Ingenuas" y "De la vida y del ensueño", son pequeñas colecciones de poesía de indiscutible mérito.

No quiero detenerme más en el examen detallado de cada una de esas flores que forman el alma del poeta, por no ser cansador y molesto y porque cuantos se han ocupado de "Líricas" han hecho justos elogios de este bello "bouquet" de poesías.

Sin embargo, no estoy con muchos de ellos que dicen adolecer "Líricas" de varios defectos propios de la juventud; no sé en qué consisten esos defectos que no los hacen notar sólo sé que el defecto capital es que el autor es joven y escribe con la fiebre ardiente de esta edad de verdadera lucha.

Para mí, el fulgurar de una estrella es comparable con el titilar de la luna y el esplendor del sol: la juventud es una estrella, no brilla mejor que la luna y el sol que representan dos edades posteriores: la del hombre y el anciano, pero fulgura con todo el esplendor de una estrella.

Luego, no es justo ver defectos en donde no los hay; mejor, todavía, exigir de una cabeza joven producciones que deben surgir del crisol de la experiencia.

La vida no se comprende sino a los setenta años, pero se la siente en la juventud.

Termino estrechando calurosamente la mano del amigo que con el envío de "Líricas" ha hecho un milagro en mi humilde personalidad, sacándome de mi acostumbrado silencio y de mi muda admiración por todo lo grande.

Fin

Para tus amigos: