Sábado 24 de febrero de 2018
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Hola Carolina, tengo 35 años, soy mamá de un niño de cuatro años y estoy felizmente casada, trabajo. Sin embargo, parece que no le doy mucha importancia a mi apariencia.
Pienso esto porque el otro día me vi al espejo y realmente estoy muy desaliñada, esto afecta mi autoestima en ciertas circunstancias, no es la primera vez que me siento así, ya que mi esposo me dice que soy linda, pero no siempre me he sentido segura de esto.
Yo me considero una persona práctica, pero mi esposo me dice que soy modesta cuando me arreglo, esto afecta mi seguridad con respecto a mi capacidad y desempeño en el trabajo, no sé qué pensar. ¿Qué me aconsejas?
Respuesta:
Para comenzar, es necesario que te des cuenta que el ser una buena persona no lo es todo, existe un equilibrio entre tu amor propio como persona y tu autovaloración en cuanto a la apariencia física.
Cuando te vistas, piensa que lo haces por ti. No por ser aprobada por los demás o recibir un halago. Arréglate lo mejor que puedas y sé una persona más feliz. Tienes dos razones para estar agradecida y segura: un buen marido que te ama por lo que eres y a un hijo que necesita que le des el ejemplo del amor a sí mismo.
