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Sábado 17 de febrero de 2018

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Revista Tu Espacio

ODONTOLOGÍA

Afectación oral, por reflujo estomacal

17 feb 2018

Por: Dr. José A. Canaviri Vigabriel - exclusivo para Tu espacio

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La enfermedad por reflujo gastroesofágico, llamada comúnmente reflujo ácido o estomacal, se origina cuando el esfínter esofágico, que separa el estómago del esófago, permite que el ácido salga del estómago. Muchas veces este ácido causa síntomas de acidez, pero no siempre. A veces la primera indicación de que una persona puede tener reflujo gastroesofágico es la erosión del esmalte de las piezas dentales en la parte posterior de los dientes.

Este desgaste abre la puerta a las caries. El cambio en la coloración de los dientes, a un tono amarillento y opaco, es otra de las posibles consecuencias del reflujo. A su vez, tendremos un mayor riesgo de roturas de piezas dentales o de la aparición de grietas o hendiduras en los dientes. Además, la sensibilidad dental puede aumentar, provocando una sensación muy desagradable al tomar alimentos muy fríos o muy calientes.

Otras posibles manifestaciones orales asociadas con la enfermedad por reflujo gastroesofágico son:

1) disgeusia, una alteración del gusto debido a la inflamación de las membranas mucosas de la nariz y la lengua causando ataques de reflujo ácido.

2) halitosis, causada por el reflujo subyacente (infrecuente)

3) posibles infecciones micóticas de la cavidad bucal (por ejemplo la cándida), favorecida al cambiar el pH determinado por un reflejo gastroesofágico.

Tratamientos como la fluorización ayudarán a evitar el avance de las caries y, además, reforzarán el esmalte. Ante la pérdida de la forma o la aparición de grietas, los tratamientos con resina ayudarán a recuperar la forma de los dientes. Su odontólogo será capaz de aplicarle el tratamiento más adecuado para evitar males mayores en la dentadura.

En muchos casos el reflujo se produce debido a la ingesta de alimentos que pueden irritar el estómago. Pero, si este reflujo se produce más de dos veces a la semana es conveniente acudir a un gastroenterólogo, ya que podría padecer la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Este puede causar otros daños de largo plazo, como la irritación e inflamación del esófago, que lo hace más susceptible a cáncer de esófago.

Aunque esta, en general, muestra lo síntomas antes citados en muchas personas la sensación de acidez no es tan notable. A pesar de ello, el estado de sus dientes puede verse perjudicado por esta patología por ello su odontólogo podrá ser el primero en descubrir si padece esta enfermedad, al igual que en otras muchas enfermedades, cuyos primeros signos pueden detectarse en la boca.

Puede reducirse el riesgo de reflujo ácido comiendo porciones más pequeñas, manteniéndose en posición vertical después de comer y reduciendo el consumo de tabaco y alcohol. Cambiar la dieta también puede ayudar. Los alimentos que inician el reflujo incluyen tomates, frutas cítricas, chocolate, café, ajo, cebolla y las comidas muy condimentadas o con alto contenido de ácidos o grasas. Bajar de peso, especialmente en la zona abdominal, también ayuda mucho a reducir el reflujo gastroesofágico.

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