Jueves 15 de febrero de 2018
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En muchos años, el paÃs ha vivido un carnaval polÃtico-partidista sin considerar que se atravesaba por crisis económica, sin respetar el dolor y sufrimiento de muchas familias que han perdido sus bienes por efecto de los desastres naturales que en tiempo de lluvias se producen. Las crisis polÃtico-partidistas han sido casi "pan del dÃa" durante todo este año porque tanto el partido de gobierno como los que figuran en la oposición no se cansan de campañas que, por un lado, muestran las maravillas realizadas por el Gobierno y, por otra, las crÃticas que se hacen al régimen por la ninguna gestión y falta de administración institucional.
Cuando los pueblos sufren situaciones que implican complicaciones en su economÃa que afecta a todos sin distinción alguna, normalmente no hay recato en los gastos, en la libación de bebidas alcohólicas muchas veces sin medida alguna; cuando los "humos alcoholeros" causan riñas, peleas, accidentes de tránsito, discordias familiares y otros hechos negativos, se produce mucho dolor y preocupación en las familias de todos los protagonistas dando como saldos del carnaval sufrimientos y hasta luto por quienes, sea en accidentes o excesos, han dejado de existir; pero, lo que queda normalmente son experiencias que inciten a no repetir lo celebrado, bailado y, luego, reprochado, sufrido y lamentado.
