La Morenada, expresión rebelde contra la Colonia

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Una de las especialidades de danza del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad que es sujeta a una serie de estudios de carácter antropológico e inclusive semiótico por la riqueza de su contenido cultural protegido por una envolvente de carácter folklórico religiosa, es sin duda alguna la morenada, focalizada en la serranía sagrada de los urus, donde está emplazado el Santuario de la Virgen del Socavón.

De forma primigenia la morenada, tiene asidero, de acuerdo al investigador Antonio Revollo Fernández, en una especie de triángulo que hacía las veces de sistema, integrado por el comercio de la coca, la prosperidad minera de la Villa de San Felipe de Austria, ahora ciudad de Oruro y la profunda religiosidad en la teogonía (Relato que explica el nacimiento de los dioses y sus relaciones en las religiones politeístas), en este caso de índole andina conjuncionada a su vez con la fe católica.

De acuerdo a otros datos de investigación al respecto, se hizo el hallazgo de partituras de la danza en Poopó, que datan de 1860. Asimismo, se encontraron elementos que hacen referencia al pisado de uvas y por ende el relato escenificado practicado por fraternidades hasta la década de los años 50 del siglo pasado, tradición que en los recientes casos busca ser recuperada.

La morenada tiene esencia de sufrimiento africano, pues para reemplazar la ausencia de indios mitayos en las minas de Potosí debido a la permanente y sangrienta matanza a la que eran sometidos por los colonizadores, traficantes llevaban a Charcas a esclavos negros que también fueron atormentados a consecuencia de la hostil acción de la Corona.

Los negros no pudieron afrontar el duro proceso de adaptación a ese nuevo y para ellos hostil piso ecológico, entonces fueron "confinados" a los Yungas. Allí trabajaban de forma inhumana en labores agrícolas en cafetales, coca y sobre todo viñedos, por eso la relación de la tradicional pisa de las uvas, que por ejemplo se entrelaza con una leyenda que hace referencia a que en un viñal una joven negra que haciendo uso de su belleza engatuso y embriagó al caporal (capataz despiadado también de raza negra al servicio de los españoles), obligándole a pisar la uva y mover el torno, convirtiendo el odio en una danza de ironía alegría y burla al poder.

En este sentido, la morenada como danza, germina como un hecho contestatario contra el sistema establecido, es decir colonial ibérico. Luego de la derogación de la esclavitud en la época republicana, esta expresión cultural trata de satirizar y ridiculizar los bailes de las cortes virreinales, hipótesis que va en contradicción de la teoría referida a la burla que se manifestaría hacia los esclavos.

Esta acción también de mofa a los españoles, se refleja en el traje con pelucas encrespadas, sombrero de toquilla y hojalata con plumas de suri en la cabeza, chaqueta bordada con flecaduras y altas charreteras, además de pollerín en forma de tonel, completando su atavió con una matraca para marcar el compás.

En su coreografía con pasos cansinos simbolizan los movimientos ejecutados y sonidos producidos en las labores de los viñales coloniales, a través de la pisa de la vid y la purificación del vino, de ahí el relato y canto de pisa, escenificación que explica el carácter y origen colonial de esta rica especialidad de danza de la "Obra Maestra".

En la actualidad y por la proliferación de grupos folklóricos, la mayoría de las morenadas que participan del Carnaval de Oruro cuentan con composiciones características de cada una de ellas, sin embargo y conversando con dirigentes de estas instituciones es algo complicado el poder elegir estas canciones, pues al mismo interior de los conjuntos folklóricos existen variadas apreciaciones.

Pero sin duda alguna existen dos morenadas, concebidas en la segunda mitad del siglo XX, que identifican a esta danza y de las cuales no existe mayor discusión ni discrepancia, nos referimos a "La Mariposa", compuesta por el recordado maestro de los bronces, Gumercindo Licidio y por supuesto a una obra musical, calificada como una verdadera obra de arte por su fina estructura musical, "La Aromeñita" de Manuel Soliz Flores.

Fuente: LA PATRIA