Devoción con sabiduría ancestral

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El Carnaval de Oruro es único porque encierra un sinfín de elementos que conviven y se unen, a pesar de las diferencias entre unas manifestaciones y otras que forman parte de un todo, es por eso que podemos afirmar que ahora más que nunca la devoción se presenta a través de la sabiduría ancestral, para convertirse en una sola expresión cultural merecedora del título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

En el Carnaval de Oruro, por fe y devoción, se unen artistas, artesanos, folkloristas, músicos, danzarines, gente del pueblo, gente que trabaja y que pone su esperanza en la Virgen María de la Candelaria, Nuestra Señora del Socavón, a cuyos pies se rinden los devotos para brindarle honor y agradecer su protección.

Oruro se viste de gala, con tiempo comienzan los aprestos del Carnaval, artistas engalanan las callejuelas de esta fría pero romántica ciudad, a veces pintan alegorías en el piso, que servirán de alfombra por donde pasará la procesión hecha danza; en otras ocasiones se colocan a lo largo de ese recorrido figuras relacionadas a los personajes del ballet callejero más importante de Bolivia.

Llegan miles o millones de personas de diferentes rincones del mundo para observar el maravilloso espectáculo, pero no tienen idea de lo que significa para los devotos a menos que también dediquen su danza a la Mamita del Socavón y después de tantos kilómetros de esfuerzo caen rendidos a sus pies, la emoción embarga a los danzarines, las lágrimas no se pueden evitar, muchos dejarán partes de sus trajes en el altar como muestra de gratitud y de redención.

También llama la atención la música, lo que la hace tan especial es que los músicos orureños de antaño no sabían leer partituras, sino que confiaban su talento al Sereno, una deidad andina que vive en el mundo de abajo, en contraposición a los santos de arriba como la Virgen María. Con un ritual especial se logra que el Sereno entre a los instrumentos y le brinde tanto melodía como al músico la letra y así es como surgen composiciones que sobrecogen el corazón humano.

Tantas tradiciones y sabiduría ancestral, puestas a disposición de los humanos para que alcancen a expresar su devoción a la Mamita del Socavón, una fiesta que comenzó con pocas personas dedicadas a la minería y algunas más que se fueron sumando con el paso de los años, todos de origen humilde que fueron cambiando con el tiempo, pues ahora no hay distinción de clases sociales, bailan tanto ricos como pobres, todos hermanados por una sola causa, el amor a la Madre de Dios hecho hombre.

Todo comenzó con una humilde ermita, donde los mineros se santiguaban para entrar protegidos a las minas, conforme fue creciendo la fe lo hizo el lugar de adoración, convirtiéndose primero en capilla y después Santuario, además de consagrado. Y hoy por hoy, se sueña con elevar la categoría de éste a Basílica Menor, pues la fe, la devoción y el amor a María Virgen, no tiene límites.

Todos estos aspectos se ven reflejados también en este material que los periodistas de LA PATRIA han trabajado con la debida anticipación, investigando fuentes primarias y secundarias, entrevistando o buscando en libros, para ofrecerles a nuestros amables lectores una pincelada de la magnificencia que significa la fiesta del Carnaval de Oruro y del porqué se ganó a pulso el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, poniendo la sabiduría ancestral al servicio de la devoción.

Este trabajo también es un homenaje a la cachamoza Mamita del Socavón y de respeto y cariño hacia nuestros lectores que merecen lo mejor en cuanto a información. Deseamos que disfruten esta su revista.

Atentamente,

Ximena Miralles Iporre

Directora

Fuente: LA PATRIA