La COB: Entre un pasado glorioso y un futuro oscuro

A raíz del conflicto con los médicos que derivó en un problema nacional por la promulgación de un nuevo Código del Sistema Penal, el que contiene muchísimos artículos que vulneran los derechos humanos de la población boliviana en sus diversos sectores, el mandamás de la COB, Guido Mitma se opuso a esta norma y coadyuvó a la refundación del Conade (Comité Nacional de Defensa de la Democracia), organización que cumplió un destacado papel de resistencia civil en la época de las dictaduras. Sin embargo, este dirigente, que al principio de su mandato apoyó las políticas del MAS, volvió a su redil al señalar, después de que el Presidente instruyera a la Asamblea Legislativa Plurinacional la abrogación del criticado Código, una prueba más de que la independencia de poderes no existe, que la organización matriz de los trabajadores solamente luchaba contra la malhadada norma y que no apoyará a la "derecha", o sea a los movimientos ciudadanos en el tema del respeto a los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016, dejando que el pueblo defina con su voto el 2019. Para colmo de males indicó que se debe disolver el Conade, como si esto fuera una atribución suya. Son idas y venidas a las que estamos acostumbrados en la "típica conducta alto peruana".

Lo que seguramente pasó fue que Guido Mitma fue amedrentado por el MAS con la intervención de sus grupos sindicales afines como los mineros, petroleros, constructores, campesinos e interculturales que convocaron a un nuevo congreso de la COB para febrero próximo, al margen por completo de los Estatutos de esta institución y en defensa de su Jefe al que están obligados por muchas prebendas recibidas en estos años y los sueldos altos de los dos primeros sectores, los privilegiados del régimen etnofascista, que no se comparan con los ingresos de gran parte de la población subempleada, la mayoría cuentapropista. El bloque paralelo representa a sólo cinco sectores −petroleros, mineros, constructores, interculturales y campesinos− de un total de 62. "Ni siquiera son el 5%, ese es un pseudo ampliado convocado por dirigentes que serán sancionados por un tribunal disciplinario", anunció en días pasados Guido Mitma. En los hechos, hace muchos años que la COB ha dejado de ser representativa de los altos intereses de la nación boliviana. Su sometimiento al régimen actual ha sido proverbial y está en cuestionamiento su propia existencia como garante de la defensa de los derechos de todos los trabajadores, particularmente, y de la nación boliviana en su conjunto.

En realidad, a la luz de los tozudos hechos, se debería formar una nueva organización, no exclusivamente obrera, que aglutine adicionalmente a trabajadores de cuello blanco, cuentapropistas depauperados y consultores explotados por el régimen, marginando a campesinos e interculturales por su condición de propietarios de medios de producción y tendencia reaccionaria. Y la COB tendría que morir a pesar de sus glorias perdidas en el tiempo, ya que definitivamente ha perdido el rumbo.