En los últimos festejos del aniversario cÃvico cruceño, el alcalde Percy Fernández aparecÃa en la prensa local con un cigarrillo a medio consumir en su mano. ¿Puede una autoridad fumar en un recinto público, de acuerdo a la normativa vigente en Bolivia? Hace muchos años que la frase tanguera "fumando espero" o "fumar es un placer" ya no se aplica en diferentes espacios en este paÃs y en todo el mundo.
Mientras la ministra Ariana Campero Nava recibe loas de los militantes del Movimiento al Socialismo, MAS, no se percata que la actual normativa contra el consumo de tabaco no se cumple en el Estado Plurinacional. Campero es tan pasiva en este tema como en los otros.
Dos años más tarde, el Presidente Evo Morales firmó el DS 29376 para reglamentarla. Ahà se señala que: "el fumar y el humo de los productos del tabaco son una grave amenaza para la salud de los individuos no fumadores expuestos a este humo. "Se prohÃbe fumar en dependencias de toda Institución pública".
Entre las sanciones se establece que "en caso de servidores públicos, las infracciones al presente Reglamento implicarán responsabilidad administrativa, de acuerdo a la Ley N° 1178 de 20 de julio de 1990, de Administración y Control Gubernamentales". En 2009, cuando se difundÃa este Reglamento, el entonces Ministro de Salud, Ramiro Tapia, declaró que se podrÃa considerar la exoneración de su cargo a los infractores.
En el otro extremo, Barak Obama, anunció antes de asumir la Presidencia de Estados Unidos que dejaba el cigarrillo para cumplir con el compromiso de su paÃs con la Organización Mundial de la Salud.
En Bolivia, ni el presidente ni el vicepresidente cumplen la Constitución que juraron respetar, ni el alcalde de la mayor ciudad da ejemplo para un tema de salud pública y cada vez menos ciudadanos cumplen las reglas de convivencia.
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