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Sábado 03 de febrero de 2018

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Revista Tu Espacio

EST?TICA

Una inyección antienvejecimiento

03 feb 2018

Por Dra. Allison Páez Troche

Así es, una inyección anual intravenosa previene muchas de las enfermedades degenerativas que afectan nuestro organismo en cuanto empezamos a envejecer, es más, reduce el envejecimiento prematuro y no solo hablamos del rostro, sino de todo tu organismo, de cada órgano. Y de enfermedades como el cáncer, alzheimer, osteoporosis y enfermedades cardíacas.

Se trata de la vitamina C en dosis altas. El ser humano no produce vitamina C a diferencia de todos los animales quienes producen 80 veces más de la dosis diaria que un ser humano requiere.

Por ejemplo el cerdo sintetiza 10 gramos diarios y por ello puede meter el hocico en todo, sin infectarse. Porque la vitamina C mejora el sistema inmunológico o de defensa. En este sentido la deficiencia de vitamina C puede ser catastrófica para nuestra salud en general y para el envejecimiento.

Actúa en la biosíntesis del colágeno, útil en la cicatrización y reparación de fracturas, disminuye la posibilidad de hemorragias y sangrado en las encías. Así mismo la vitamina C captura radicales libres potencialmente tóxicos que producen cáncer, disminuye el riesgo de enfermedad coronaria y reduce los depósitos de placas en las arterias o ateromas.

En pacientes con heridas, lesiones y quemaduras acelera el proceso de curación, evita el envejecimiento prematuro, previene la arteriosclerosis, ayuda en los movimientos articulares y mejora el estado de la piel y el tejido conectivo.

Los procesos virales agudos y crónicos pueden curarse con dosis intravenosas masivas de vitamina C. Asimismo, se convierte en una sustancia fotoprotectora natural de la piel y coadyuvante de los protectores solares, disminuyendo las manchas del rostro.

Las infecciones como el acné y todas las demás también se reducen con la administración intravenosa de ésta vitamina.

Los efectos adversos que se pueden ver por exceso de vitamina C pueden ser molestias gastrointestinales y tener cuidado en pacientes con cálculos renales y embarazadas. Al ser una vitamina hidrosoluble, su exceso se elimina fácilmente por la orina.

Lo recomendable es ingerir al menos 60mg de vitamina C. Para lo cual encontramos en fresas, frambuesas, moras, arándanos, naranja, limón, pomelo, kiwi, papaya, tomate, pimientos, col, rábano, camote y perejil.

Si tan solo sustituyéramos las masas del desayuno por frutas, verduras, hortalizas con alto contenido en vitamina C, nuestra energía sería alta, con mucha vitalidad y nuestra memoria mejoraría sustancialmente.

En situaciones de estrés y enfermedad nuestra reserva de vitamina C se consume tres veces más rápido.

Por éstas muchas razones si utilizas la mega dosis de vitamina C periódicamente, alterará de manera notable el curso de cualquier enfermedad. Y si no te encuentras enfermo vivirás más y mejor.

Más vale prevenir que lamentar, no pierdas la posibilidad de vivir mejor cada día y de forma saludable.

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