La Ranchería

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Al referirnos a la Plaza de la Ranchería, se nos viene a la cabeza en primer término los ricos chorizos, tradicionales de Oruro. Sentir su aroma nos despierta el apetito para ir a degustar ese platillo.

Sin embargo, detrás de ese ícono orureño está toda una historia que se remonta a la época de la Colonia. En 1600 se erigió la iglesia de San Miguel y muy próximo a ella, una especie de plaza conocido como rancho en principio, porque allí llegaban los indios a pernoctar o tomar el lugar como una especie de parada obligada.

Con el tiempo aquel lugar fue denominado como La Ranchería, con el paso de los años, los indígenas fueron edificando sus viviendas y dejaron un espacio de encuentro, convirtiendo el sitio en una plaza.

Aunque para todos los orureños será siempre la Plaza de la Ranchería. En la actualidad se encuentra remozada con una fuente de agua al centro, que le da vida al paisaje, ahora con vegetación y arboleda. Su piso, antes de cemento ahora compuesto por cerámica lo hace más atractivo.

Si bien aquel sitio tiene dos funciones, el de un mercado y el de una plaza, ninguno se mezcla entre sí. Existe todo un espacio para la meditación y el regocijo, caminar por sus pasillos es quizá tener un reencuentro con el espíritu. Mientras que la parte externa principalmente aquella que está sobre las calles León y Soria Galvarro, su fin es netamente comercial.

Y volvemos al principio, degustar unos riquísimos chorizos de La Ranchería, para llevarse en el corazón el recuerdo de aquel sabor, único y exquisito, como lo ofrece la Alta Tierra de los Urus.

Fuente: LA PATRIA