Jueves 01 de febrero de 2018
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Este año tendremos que soportar una serie de contratiempos debido al espectro o aparición que se avecina, expresada en una corriente negativa que pondrá en peligro la vigencia democrática con el pretexto de que todos deben estar en la fila del populismo, depredador del estado de derecho.
La preocupación es mayor al estar manejándose en los estrados oficialistas, la ya posibilidad de poner en práctica la creación de un órgano regulador de medios, que tenga la responsabilidad de hacer que la información diaria se encarrile a divulgar solo lo que dice y hace el gobierno.
Naturalmente, esa determinación será un nuevo golpe al periodismo nacional que quedarÃa con las manos atadas en medio de absoluto silencio, si se produjera la alteración de los preceptos constitucionales que signifique consolidar un proceso polÃtico inestable e inconstante en que se desenvuelve el socialismo no solo en Bolivia, sino también, en otras regiones controladas por regÃmenes que abusan excesivamente de autoridad, fuerza o superioridad.
Frente a ese cuadro, las organizaciones que agrupan a los trabajadores de la prensa y los entes de las empresas periodÃsticas, tendrán que actuar rápidamente a fin de que no se vulneren los contenidos de la Ley de Imprenta y de otras disposiciones que garantizan el desempeño de los medios de información al estar amparados, inclusive, por el artÃculo 106 de la Constitución PolÃtica del Estado.
