Brasil pretende valerse de las loterías para fomentar la Cultura

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El Gobierno brasileño carece de recursos para fomentar la cultura y se propone destinar a ese sector un 3 % de los ingresos de las loterías, según dijo en una entrevista con Efe el ministro de Cultura, Sergio Sá Leitao.

Los presupuestos que se destinan al Ministerio "alcanzan para los gastos fijos" y para el funcionamiento de instituciones como museos o centros culturales, pero no para "el fomento directo de la cultura", explicó Sá Leitao.

Para lograr recursos que permitan la inversión directa en proyectos culturales y artísticos, Sá Leitao mencionó un proyecto de ley que busca recaudar el 3 % de los ingresos de las loterías federales y que espera que sea aprobado por las cámaras legislativas este mismo año.

A través de ese mecanismo se recaudarían cerca de 350 millones de reales (unos 109,3 millones de dólares) para proyectos culturales y artísticos y con eso Sá Leitao confía en que Brasil podría tener "una política cultural de primer mundo".

Según datos oficiales, el déficit del régimen de jubilaciones y pensiones, que el Ejecutivo quiere reformar para reducir el presupuesto destinado a financiarlo, alcanzó en 2017 un récord de 268.700 millones de reales (unos 83.968 millones de dólares).

Sá Leitao aseguró que durante la gestión que inició en julio de 2017 en el Ministerio de Cultura, se redujeron en 8 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares) los costos de funcionamiento de la cartera, lo que representa una "gota en el océano" pero que demuestra un "compromiso con una gestión más eficiente y eficaz".

Las actividades culturales y creativas en Brasil constituyen un sector cada vez más relevante en la economía del país y son generadoras de renta, empleo, inclusión y desarrollo, recordó el ministro.

"Un estudio reciente de la consultora PriceWaterhouse estima en 4,6 % al año, la tasa media de expansión del sector en los próximos cinco años", precisó Sá Leitao.

El sector cultural brasileño sufre los efectos de la crisis que en se hundió el país a partir de 2015.

Ese año, la economía de Brasil se retrajo un 3,8 %, su peor resultado en 25 años, y perdió otro 3,6 % en 2016, con lo que encadenó dos años consecutivos de crecimiento negativo por primera vez desde la década de 1930.

La crisis ha provocado un aumento del desempleo y un retroceso de la actividad económica, lo que ha obligado al Gobierno a anunciar fuertes recortes en el gasto público y otras medidas de corte restrictivo para poder cumplir con sus metas fiscales.

En el 2017, el Gobierno de Michel Temer recortó el presupuesto de distintas partidas en 48.000 millones de reales (unos 15.400 millones de dólares) y elevó algunos de los impuestos que inciden sobre los combustibles con el fin de aumentar la recaudación que, a consecuencia de la crisis, se desplomó en los últimos años.

Fuente: Río de Janeiro, 31 (EFE).-