Un fenómeno socio-polÃtico y a la vez económico que se vive en el paÃs, ha generado un crecimiento de la migración campo ciudad y centenares de ciudadanos bolivianos forman parte de una nueva clase media que se posesiona en los centros urbanos de mayor movimiento y comenzó a ocupar un lugar de preponderancia en el crecimiento y transformación de muchos barrios, lo que se reconoce como una "clase media emergente".
Posiblemente un desliz de percepción en una alta autoridad de gobierno, hizo que personas ubicadas en ese proceso de cambio, muestren su desacuerdo y expresen su molestia, ante el calificativo de "clase media decadente", una frase para "agrupar" a opositores polÃticos que son parte del cambio social que se produce y por lo mismo se sintieron ofendidos en sus derechos y restringidos en la libertad de buscar mejores condiciones de vida socio económica.
Son los nuevos millones de bolivianos, hijos de la gente del campo, profesionales de diversos rubros y con todo el Ãmpetu para defender los derechos que nadie puede conculcarlos, por lo mismo parte de un proceso que inevitablemente debe afianzar la convivencia de clases en un paÃs plurinacional, pero sobre todo democrático y respetuoso de las leyes.
Recientemente el Primer Mandatario hizo un planteamiento conciliador, con la intensión de revisar la "agenda 20 - 25" para incluir a las nuevas generaciones, la clase media emergente que está entre los tres millones de ciudadanos bolivianos que pasaron de la situación de bajos ingresos a la condición de ingresos medios, precisamente en un periodo en que ciertos factores socio económicos, obligaron en unos casos y permitieron en otros, establecer el nuevo conglomerado social que evidentemente es la clase media emergente.
Esta irrupción de miles de bolivianos y en todas las ciudades, está preocupando a los seguidores de la lÃnea polÃtica oficialista, pues se trata de un sector de librepensantes que difÃcilmente pueden ser absorbidos sólo con discursos y menos con muestras racistas que pueden profundizar una brecha que ya marca diferencias y de lógicas consecuencias.
Ahora el campo de la actividad polÃtica está abierto a este creciente sector de clase media citadina y tanto desde el oficialismo, como desde la oposición se extremarán recursos para su conquista, el hecho es que los discursos ya no valen, se necesitan programas, condiciones favorables y ejemplos prácticos para captar la atención de la clase media emergente.
Fuente: LA PATRIA
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