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Domingo 28 de enero de 2018

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Revista Dominical

La Alasita y los sueños

28 ene 2018

Fuente: LA PATRIA

Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

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Creí que se trataba de una broma cuando en una noticia leí el subtítulo Plan de Empleo, de la ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, y a continuación se podía observar la siguiente declaración: "Hemos venido (a El Prado), hemos aprovechado para que todos los jóvenes tengan sus billetitos del Banco de la Fortuna, del Plan de Empleo, de su primer salario, hemos preparado un contrato de trabajo y también un certificado de trabajo para que podamos alcanzar la meta de los 40 mil jóvenes", señaló.

Entre sonrisas me pregunté ¿en serio ése es su plan?, sinceramente me pareció una propuesta poco creíble y escasamente seria para una autoridad de gobierno, porque mínimo esperaba que hiciera conocer un plan en el que se contrate a nuevos profesionales de los diferentes rubros en áreas en las que se necesite en la administración pública.

Otra de las ideas que rondaban mi cabeza cuando leí el subtítulo Plan de Empleo era que quizás se habrían acercado a las empresas, públicas o privadas para saber cuáles son sus necesidades en cuanto a recursos humanos y capacitarían a los jóvenes profesionales en ese sentido.

Lo cierto es que en los pénsums de las universidades al parecer no hicieron ese ejercicio y cuando los nuevos profesionales van a buscar empleo están perdidos, por lo que las empresas deben darles capacitación para que puedan desempeñarse correctamente y de acuerdo a las necesidades de la compañía.

Sería interesante que las universidades, al momento de planificar su plan de estudios vayan por las empresas a ver qué tipo de profesionales necesitan y adecuar sus materias a esas necesidades.

Volviendo a lo de la ministra y su Plan de Empleo. Luego entré en contradicción porque pensé que quizás la autoridad del gobierno central no estaba tan desubicada, pues hay mucha gente que pone su fe en las miniaturas de Alasita para alcanzar la prosperidad, el amor, la abundancia, en síntesis, el bienestar material y espiritual.

Si bien la Alasita es una tradición que nace en La Paz existen personas que llegan desde diferentes lugares del territorio boliviano para comprar las miniaturas y hacerlas bendecir con la finalidad de ver realizado su sueño de conseguir exactamente lo mismo pero en tamaño natural.

Alasita proviene del aymara y significa "cómprame", es una feria que comienza el 24 de enero de cada año, dura aproximadamente un mes. La figura principal de la feria de la miniatura es el Ekeko, dios de la abundancia. En 2017 se declaró a la actividad como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La tradición nace en 1781, cuando el gobernador intendente de Nuestra Señora de La Paz, José Sebastián de Segurola ordena su celebración en agradecimiento a la deidad denominada Ekeko, por haber salvado a la ciudad del cerco indígena que organizó Tupac Katari.

Por costumbre, los puestos de venta se instalan en las calles cercanas a templos católicos, al mediodía del 24 de enero, quienes adquirieron las miniaturas hacen ch´allar o sahumar los objetos comprados, para que éstos se conviertan en sueños hechos realidad.

En la feria se vende de todo, desde billetitos, títulos de propiedad de inmuebles, automóviles u otros, certificados de matrimonio, títulos profesionales, vehículos, víveres, tiendas, negocios y todo cuanto las personas pudieran desear.

También se venden figuras de yeso, son muy populares los gallos rojos que además de atraer la fortuna, llaman al amor y a la pareja.

Existen corrientes que creen en la Ley de la Atracción y la feria de la Alasita se pinta perfecta para "llamar" lo que se quiere ver materializado en la vida real. Otras corrientes más bien crean esa realidad pero no sólo deseándola, sino agradeciendo por lo que se tiene y enviando energía positiva, entonces el universo responde entregando abundancia, devuelve lo que uno emite, es decir, si da amor recibe amor, si da generosamente cosas materiales no le faltará nada.

Pensando así las cosas llegué a la conclusión de que la ministra pudo estar en lo correcto, sin embargo sigo creyendo que además de tener la fe y la convicción de que deseando y visualizando lo que se quiere obtener, definitivamente se debe trabajar porque ello suceda, pues como reza un dicho, "lo único que cae del cielo es la lluvia", así que esperemos que además de ejercitar su creencia en el Ekeko y la Alasita, también elabore un Plan de Empleo serio y lo ponga en práctica.

Fuente: LA PATRIA
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