Si bien no se ha hecho conocer de manera oficial, digamos vÃa cancillerÃa, cuál es el número evidente de ciudadanos chinos en nuestro paÃs, lo cierto es que se los encuentra en muchas partes, con varias actividades y sin muchos problemas para desarrollar múltiples trabajos, incluyendo negocios particulares y en otro nivel dirigiendo algunas empresas de su paÃs que tienen contratos en el nuestro.
Como decÃa una autoridad cruceña, chinos van, chinos vienen y chinos hay, y tal parece bajo condescendencia diplomática de nuestro paÃs, aunque sin una justificación que establezca esta inusitada presencia asiática en Bolivia, aunque la misma podrÃa responder a especÃficas funciones de asesoramiento, que en todo caso no pueden justificar la presencia de miles de estos, sin la necesidad especÃfica de tal movimiento migratorio.
En todo caso y como sucede con los contingentes de ciudadanos que se trasladan a ciertos paÃses, por razones especiales, se contarán buenos y malos, pues no es posible ejercer un estricto control de los visitantes si hay una apertura oficial para ingreso de personas, algunas con objeto determinado y ubicación fija, otras con motivos laborales, turistas o emprendedores en negocios, de cualquier modo, aprovechando una permisibilidad oficial que elimina visados u otras condiciones elementales en el ingreso a un paÃs, salvando excepciones acordadas por la vÃa diplomática y seguramente recÃproca.
Pero el hecho en este caso de los visitantes chinos, es que el número de estos en el paÃs pasa de cifras convencionales, por lo que el tema se ha vuelto preocupante cuando además corren algunas denuncias sobre acciones de maltrato inferidas a trabajadores bolivianos por funcionarios chinos al mando de empresas que operan en el oriente nacional y hasta en negocios particulares de empresarios chinos, especialmente de comidas, donde no se cumple con obligaciones sociales.
El movimiento migratorio chino señala las siguientes cifras, que fueron logradas por una gestión parlamentaria en dependencias de la Dirección de Migración. Tomando la referencia del 2014, se contaban sólo 15 ciudadanos chinos que ingresaron con objeto determinado, el 2015 se elevó la cantidad a 287 ciudadanos, el año siguiente se contaban 1.102 chinos, mientras que el 2017 el número de visitantes chinos se elevó a 1.705. Se menciona finalmente que entre el 2010 y la gestión del año pasado, en el paÃs se encuentran 3.166 ciudadanos chinos, un buen porcentaje en Santa Cruz y otros distribuidos en casi todos los departamentos, trabajando en empresas chinas que tienen contratos de servicios en el paÃs, varios cumplen funciones ejecutivas y contratan personal boliviano para tareas de diferente Ãndole, otros tienen negocios particulares.
Se estima que la presencia de súbditos chinos tiene que ver con algunas condiciones estipuladas en contratos de servicio, de modo que se incluye a personal de las empresas asiáticas como responsables de la ejecución de los acuerdos convenidos. Otro contingente especial se añadirá al ya existente, cuando la empresa china Sinosteel comience a operar en El Mutún. Mientras se trate de gente profesional, responsable y honesta, su presencia puede significar un apoyo al sistema productivo, de lo contrario muchos riesgos pueden ser negativos, la evidencia es que ciudadanos chinos más o menos, hay muchos en el paÃs.
Fuente: LA PATRIA
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