La perspectiva se perfila hacia el 2021, cuando el tren bioceánico haga su recorrido integrando tres países, el Brasil, Bolivia y Perú, de manera inicial y formal, consignándose al puerto de Santos en el Atlántico y terminando en el puerto de Ilo en el Perú, pero facilitando en su travesía el movimiento económico que pueda darse en buena parte del territorio de Brasil, luego tocando varios departamentos de Bolivia, entre esos Oruro y terminando luego en el Pacífico en Ilo.
Se trata de un megaproyecto que en su primer estudio transportará 6,1 millones de pasajeros y 9,9 millones de toneladas de carga en un año. El importe de la inversión está calculado entre 10 mil a 14 mil millones de dólares, que serán cubiertos por inversionistas de países europeos y asiáticos que han mostrado vivo interés en alentar la construcción de la prolongada vía ferroviaria.
Un consorcio suizo alemán es el que espera definir su participación técnica y financiera una vez que se definan los parámetros legales entre los promotores del proyecto, principalmente Bolivia.
En realidad parece definida la participación del consorcio suizo alemán que se hará cargo de construir la vía comenzando ese trabajo el 2019 y comprometiendo su entrega el 2021, tratándose de empresas con experiencia en el ramo, de prestigio y solvencia internacional que pueden garantizar un calendario de operaciones para unir dos océanos con el viaje del tren bioceánico.
Algo que satisface al gobierno nacional es que se ha definido el trayecto de la vía férrea por territorio boliviano, pasando por Santa Cruz desde su procedencia en Brasil, ingresando a Cochabamba, para luego arribar a Oruro, seguir a La Paz y de allí directamente a Ilo en el Perú.
Oruro considerado de siempre el centro ferroviario por excelencia en Bolivia, tendrá una confirmación de tal situación con el paso del tren internacional, ratificándose además la importancia de esa estación, geográfica y estratégicamente ubicada en el centro boliviano para distribuir servicios complementarios a otros distritos y una conexión vía Villazón con la Argentina.
En el Perú, también se han decidido planes especiales como la construcción de un mega puerto en Ilo, la demanda de servicios que se produzca con el movimiento de carga de pasajeros de y hacia el Brasil, configurará una objetiva integración de transporte múltiple entre los océanos Pacífico y Atlántico.
El corredor ferroviario será aprovechado más adelante con conexiones especiales hacia el Paraguay en el puerto Carmelo Peralta, podrá extenderse al Uruguay en otra opción de ampliar los lazos de integración, considerando que por lo menos con dos alternativas Argentina también se favorecerá en el movimiento de carga procedente de los grandes mercados asiáticos.
Como se observa en parte del proyecto, están directamente comprometidos tres países, Brasil, Bolivia y Perú y con perspectivas de complementación operativa ya se incluyen Paraguay, Uruguay y Argentina, realmente un enorme emprendimiento que al entrar en funcionamiento abrirá múltiples puertas comerciales para un negocio masivo de importaciones y exportaciones que tendrán réditos especiales en los demás países del área sudamericana.
El proyecto es gigante y tener la seguridad de que incluirá a Oruro en un punto de su largo recorrido tiene un sentido de particular importancia, al estimarse que en este centro ferroviario debe aprovecharse la implementación del puerto seco que resulta un elemento ideal (como anillo al dedo) para grandes movimientos de carga. Vale la pena en consecuencia tomar previsiones con la antelación del caso.
Fuente: LA PATRIA
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