Jueves 25 de enero de 2018
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Editorial y opiniones
BUSCANDO LA VERDAD
El día que se entienda esto?
25 ene 2018
Gary Antonio Rodríguez Álvarez
Se dice que Alejandro Magno -llamado también Alejandro el Grande, por haber forjado uno de los mayores imperios de la antigüedad- estando en su lecho de muerte pidió tres cosas a sus generales: 1) Que su ataúd sea cargado por los mejores médicos; 2) Que sus tesoros fueran esparcidos, camino a su tumba; y, 3) Que sus manos quedaran fuera del ataúd. Consultado sobre el porqué de semejante pedido, el emperador macedonio que conquistara territorios en Europa, África y Asia, respondió:
"Quiero que los mejores médicos carguen mi ataúd para mostrar que no tienen ningún poder sobre la muerte. Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales que aquí se conquistan, aquí se quedan. Quiero que mis manos queden fuera del ataúd para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías y nos vamos con las manos vacías" (es.aleteia.org)
Este Alejandro Magno -educado por Aristóteles- conoció de matemáticas, filosofía, política, historia, ética, literatura, geografía y medicina, y entre sus materias favoritas estaba el arte de la guerra; era de "carácter muy fuerte, serio, ambicioso, testarudo, descarado, hábil y audaz" (phistoria.net) y llegó a ser considerado un héroe militar, un semi-dios, pero también un temido tirano y un megalómano que fundó 70 ciudades, 50 con su nombre (Wikipedia.org). A la hora de morir, a sus 32 años, se dio cuenta que la fama, el poder, la riqueza y la gloria que acumuló fueron apenas, simple vanidad.