Prolegómenos carnavaleros

A quince días del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intanglible de la Humanidad, los prolegómenos comprometen un trabajo de alta responsabilidad por parte de quienes organizan el evento y están propiamente contra el tiempo, tomando en cuenta que hay procesos especiales para la venta de metros lineales en las calles en las que se armarán graderías, que constituye otro muy especial de temporada y merece un cuidadoso control en lo que significa seguridad y comodidad.

Personal municipal tiene a su cargo la habilitación de la ruta del carnaval de casi cuatro kilómetros que debe estar en perfectas condiciones para el desplazamiento de miles de danzantes que harán su peregrinación del Sábado de Carnaval y del corso de domingo, exigiendo su sacrificio una plataforma de circulación debidamente acondicionada a las necesidades de los bailarines, para no tener contratiempos o accidentes por mal estado de la ruta.

Por lo que se sabe, en la actualidad la venta de metros lineales incluirá de forma obligada la entrega de "manillas o pulseras" de seguridad especialmente para los niños, de modo que su control de ubicación sea facilitada en caso de extravíos, lo mismo serviría para personas mayores visitantes, seguramente se tomará en cuenta esa opción.

Lo que continúa como gran negocio y se observa en puestos de mercados es una enorme cantidad de espumas en spray, un elemento complementario para la supuesta diversión en los días de Carnaval, sin tomar en cuenta que su composición química es altamente nociva a la piel de las personas, a los ojos y oídos, por lo que su venta debería ser restringida.

La prohibición de venta de bebidas alcohólicas es una regulación que se cumple a medias, por lo que su aplicación debe merecer mayor control, drásticas sanciones para los contraventores y la advertencia necesaria para que comerciantes de ese rubro se abstengan de instalar puestos o circular en inmediaciones de la ruta del Carnaval.

Otro aspecto que debe ser motivo de cierto control, es el precio que se aplique para la venta de asientos, por una parte, también el precio y cumplimiento de los programas de turismo que se ofertan en el interior y que en algunos casos tienen precios exorbitantes, por servicios que no se cumplen adecuadamente, en desmedro de la Capital del Folklore. Como referencia de un "paquete" de visita a Oruro desde La Paz, por el Sábado de Carnaval, incluyendo transporte, asiento en gradería con derecho a baño, merienda y cotillón, por un valor individual de 1.100 bolivianos, la suma multiplicada familiarmente es realmente una fuerte inversión para disfrutar de un inigualable Carnaval en Oruro.

Hay varios otros aspectos que deben motivar la acción responsable de funcionarios municipales, efectivos policiales, unidades militares y personal civil de la entidad folklórica, para ejercer un celoso control en el desplazamiento de los conjuntos folklóricos, evitar espacios de grupo a grupo, retirar de las filas a danzarines ebrios, cuidar que los espectadores no atenten contra los bailarines y que su comportamiento sea ejemplo de amistad y solidario respeto.

Un problema que ha sido reclamado por la Cámara Hotelera, es la irregular oferta de alojamientos "domiciliarios", que no son reglamentados y que ya no se justifican debido al incremento de la capacidad hotelera en la ciudad.

Fuente: LA PATRIA