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Miercoles 24 de enero de 2018

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Suplemento Policial

Brutalidad policial

24 ene 2018

Ante las marchas y manifestaciones que podemos observar en nuestro país, en las últimas semanas específicamente por el Código del Sistema Penal, por medio de los videos transmitidos en vivo por las redes sociales también hemos observado a la población entera, algunos desmanes que son producidos por policías.

Tal el caso ocurrido en la sede de gobierno, luego que un grupo de manifestantes hayan bloqueado el paso de los corredores del Rally Dakar, luego de ser gasificados se introducen a la iglesia y agentes policiales los persiguen, se encierran con ellos y se produce lo que muchos denominaron tortura por las agresiones físicas que las víctimas han descrito posteriormente.

Podemos ver en la historia de nuestro país, en lo que se refiere a manifestaciones, que este tipo de agresiones de parte de la Policía es un hecho que se repite y no debe quedar sin análisis, entender y obviamente sancionar con el rigor de la ley, porque nos rige como norma fundamental que son los Derechos Humanos.

Podemos estar seguros que en el caso de la iglesia de San Francisco de La Paz, el Comando de la Policía, no pudo dar la orden de golpear a los manifestantes, o rociar gas lacrimógeno directamente a la cara de una señorita, o apuntar directamente a la cara de otra. Este tipo de conductas, no son instruidas por superiores, son netamente individuales, pero se las realiza en un contexto que desindividualiza a determinado policía.

La desindividualización es el proceso por el que las personas que se encuentran en un grupo pueden perder el sentido de la identidad personal y dejarse llevar por las normas del grupo. En este caso en particular, el policía se deja llevar por su sentido engrandecido de autoridad y ya no actúa como persona particular, sino a la sombra del uniforme.

El grado de desindividualización que produce un grupo depende, entre otras cosas, de los siguientes factores:

Del tamaño del grupo:

Los grupos grandes hacen que sea más difícil identificar a cada miembro. A mayor tamaño del grupo, más difícil es identificar a cada uno de sus miembros.

Una vez que las personas sienten que el anonimato está garantizado pueden hacer cosas que nunca harían si supieran que les pueden identificar.

Del anonimato físico:

Muchos experimentos muestran que es más probable que se haga daño a otra persona si se garantiza el anonimato (uniforme, cara tapada�).

Es más difícil que las personas violen una norma si se les pide información personal (nombre, residencia�).

De lo excitantes que sean las actividades que se realizan en ese grupo:

La agresividad del grupo también es mayor si el grupo realiza actividades excitantes.

Cuando se está excitado y se ve que los demás también lo están, es más fácil que las emociones distraigan y no paren a pensar si lo que hacen está bien o está mal.

Por eso mucha gente se arrepiente después de lo que ha hecho bajo la influencia del grupo. No se trata de que sean mala gente, sino de que el grupo les ha hecho actuar sin pensar antes.

Se puede decir, que el proceso de desindividualización se produce a raíz de un contexto determinado de excitación donde no se piensa entre el bien o el mal, donde se actúa en grupo con la ventaja de ser difícilmente descubierto por el uniforme común.

Sin embargo, la brutalidad policial que se dio en las pasadas semanas o en otras manifestaciones, es similar a lo que acontece en agresiones a ladrones por tumulto de personas que pueden llegar al linchamiento, pensando que su actuar es el correcto.

Debemos aclarar, que este comportamiento si bien se da en grupo, no debe descartarse la responsabilidad que implica ante la sociedad civil y que también puede estar vinculado a algún tipo de trastorno de personalidad con conductas hostiles.

Por: Mgr. Verónica C. Alfaro Murillo - Perito en Psicología Forense - Soc. Bol. Cs. Forenses

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